¿Alguna vez te has sentido confundido por el revoltijo de información en las etiquetas de los alimentos? ¡No estás solo! En el mundo consciente de la salud actual, los fabricantes de alimentos emplean varios trucos para atraer a los consumidores a comprar productos poco saludables y altamente procesados. ¡Pero no temas! Con un poco de conocimiento, puede decodificar las etiquetas de los alimentos como un profesional.
Aquí hay instrucciones simples y fáciles para tener en cuenta mientras lee la etiqueta de un alimento.
Cómo leer correctamente las etiquetas de los alimentos
1. No se deje engañar por las afirmaciones de la etiqueta frontal
Cuando se trata de etiquetas de alimentos, nunca juzgue un producto únicamente por su empaque. Las afirmaciones pegadas en el frente de los envases a menudo están diseñadas para inducir a error a los consumidores haciéndoles pensar que un producto es más saludable de lo que realmente es. La investigación ha demostrado que agregar declaraciones de propiedades saludables a las etiquetas frontales puede engañar a las personas para que perciban el producto como más saludable, incluso si no lo es.
Para evitar caer en estos trucos, es mejor ignorar por completo las afirmaciones en el frente del empaque y enfocarse en la sustancia real del interior.
2. Domina el arte de la lectura de ingredientes
Detrás de las llamativas etiquetas frontales se encuentra la clave para comprender la verdadera naturaleza de un producto: la lista de ingredientes. Los ingredientes se enumeran en orden descendente de cantidad, lo que significa que los primeros ingredientes constituyen la mayor parte de lo que está comiendo. Si detecta granos refinados, azúcares o aceites hidrogenados entre los principales ingredientes, es una señal de alerta de que es probable que el producto no sea saludable.
En su lugar, opte por productos que contengan alimentos integrales como los tres primeros ingredientes. Esto asegura que está eligiendo una opción más nutritiva. Además, tenga cuidado con las listas de ingredientes largas, ya que pueden indicar alimentos muy procesados .
3. Desenmascarar la estafa del tamaño de la porción
Las etiquetas de los alimentos a menudo presentan información nutricional basada en un tamaño de porción estándar, que puede no coincidir con los hábitos de consumo de la vida real. Los fabricantes manipulan los tamaños de las porciones para que sus productos parezcan más saludables al minimizar las cantidades reales de calorías y azúcar presentes.
Para evitar caer en esta trampa del tamaño de la porción, lea atentamente la etiqueta para determinar el verdadero tamaño de la porción y ajuste su consumo en consecuencia. No se deje engañar por la ilusión de una porción pequeña que puede no representar cuánto comería típicamente en una sola sesión.
4. Tenga cuidado con las afirmaciones engañosas
Los envases de alimentos están adornados con frases pegadizas que pueden sonar saludables pero que a menudo pueden ser engañosas. Estos son algunos ejemplos comunes:
- Light: Los productos light pueden tener calorías o grasas reducidas, pero podrían compensarse con azúcares añadidos .
- Multigrano: Si bien el multigrano suena saludable, no garantiza la salubridad de un producto. Busque “grano integral” para asegurarse de que está haciendo una elección nutritiva.
- Natural: No se deje engañar por el término “natural”. No significa necesariamente que el producto sea bueno para usted; simplemente sugiere que contiene una fuente natural.
- Orgánico: Orgánico no significa automáticamente saludable. Incluso los productos orgánicos pueden tener un alto contenido de azúcar o ingredientes poco saludables.
- Sin azúcar agregada: el hecho de que un producto afirme no tener azúcar agregada no significa que sea completamente saludable. Podría contener sustitutos del azúcar poco saludables o ser naturalmente alto en azúcar.
- Bajo en calorías, bajo en grasas y bajo en carbohidratos: estas etiquetas pueden parecer atractivas, pero es crucial inspeccionar la lista de ingredientes y evaluar la calidad general del producto.
Recuerde, siempre es importante mirar más allá de las afirmaciones y profundizar en los ingredientes reales.
5. Descifrar el dulce secreto: diferentes nombres para el azúcar
El azúcar puede esconderse a plena vista detrás de varios alias en las etiquetas de los alimentos. Para detectarlo, debe estar familiarizado con los diferentes nombres que recibe. Tenga cuidado con términos como azúcar de remolacha, azúcar moreno , azúcar de caña, azúcar de coco, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, jarabe de arce y muchos más. Los fabricantes de alimentos a menudo agregan múltiples tipos de azúcar a sus productos, ocultando la cantidad real al enumerarlos por separado en los ingredientes.
Para evitar consumir cantidades excesivas de azúcar sin querer , presta atención a los distintos nombres que puede tener y elige productos que tengan un contenido mínimo de azúcar.
Al armarse con estos consejos de lectura de etiquetas, puede navegar por los pasillos del supermercado con confianza y tomar decisiones informadas sobre los alimentos que consume. Recuerde, las etiquetas de los alimentos a veces pueden ser engañosas, por lo que es esencial profundizar y no confiar únicamente en las afirmaciones del frente del paquete.
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