“A medida que tu cintura se expande, tu cerebro se encoge”: expertos en un alimento que está matando a todos lentamente

El dicho “eres lo que comes” nunca ha sido más relevante que en el mundo actual, donde la prevalencia de alimentos procesados ​​y hábitos alimenticios poco saludables ha alcanzado niveles alarmantes. Un estilo de vida sedentario, junto con malas elecciones dietéticas, no solo contribuye a aumentar la cintura, sino que también afecta la salud de nuestro cerebro.

Estudios recientes han demostrado un vínculo preocupante entre la obesidad y el deterioro cognitivo, lo que sugiere que un alimento en particular está causando estragos en nuestros cerebros. En este artículo, profundizamos en los conocimientos de los expertos presentados en el video de YouTube «El diario de un CEO» con Max Lugavere, un destacado experto en el cerebro y la nutrición, para arrojar luz sobre este asesino silencioso en nuestras dietas.

El culpable de la reducción del cerebro

Lugavere nos ilustra sobre los riesgos ocultos asociados con un ingrediente de consumo frecuente: la fructosa.  (Imagen a través de The Diary Of A CEO/ Youtube)leyenda
Lugavere nos ilustra sobre los riesgos ocultos asociados con un ingrediente de consumo frecuente: la fructosa. (Imagen a través de The Diary Of A CEO/ Youtube)leyenda

En la entrevista en video, el presentador de «The Diary of a CEO», Steven Bartlett, participa en una discusión que invita a la reflexión con Max Lugavere, autor de best-sellers del New York Times y el Wall Street Journal conocido por sus libros ‘Genius Foods’, ‘ Genius Life’ y ‘Genius Kitchen’.

Lugavere arroja luz sobre los peligros ocultos de un ingrediente de consumo común: la fructosa. El jarabe de maíz con alto contenido de fructosa (JMAF), que se encuentra abundantemente en los alimentos procesados, se ha convertido en un ingrediente básico en numerosos productos debido a su bajo costo y sus propiedades edulcorantes. Sin embargo, sus efectos perjudiciales sobre nuestra salud, especialmente la salud del cerebro, son de gran alcance.

Reducción del cerebro y deterioro cognitivo

Max Lugavere explica que el consumo excesivo de JMAF, que es rico en fructosa, tiene un impacto directo en el volumen cerebral. La fructosa puede conducir a la resistencia a la insulina, una condición en la que las células se vuelven menos sensibles a la insulina. La insulina juega un papel crucial en la regulación de la función cerebral, promoviendo el crecimiento y mantenimiento de las neuronas. Cuando ocurre resistencia a la insulina, el cerebro recibe menos cantidad de esta hormona vital, lo que resulta en una cascada de efectos negativos.

Los estudios científicos han demostrado una clara correlación entre la obesidad, la resistencia a la insulina y el deterioro cognitivo. A medida que aumenta la cintura, el volumen del cerebro se reduce, lo que conduce a una función cognitiva deteriorada, pérdida de memoria y un mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

La respuesta inflamatoria

Además, Lugavere enfatiza que el JMAF desencadena una respuesta inflamatoria crónica en el cerebro, lo que contribuye al estrés oxidativo y al daño de las células neuronales.

La inflamación es una respuesta inmunitaria natural a una lesión o infección, pero cuando se vuelve crónica debido a una dieta deficiente, puede tener consecuencias nefastas para la salud del cerebro. La inflamación crónica altera el delicado equilibrio requerido para una función cerebral óptima, lo que aumenta el riesgo de deterioro cognitivo.

El papel de los alimentos peligrosos

Incluir grandes cantidades de frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables en nuestra dieta puede proporcionar los nutrientes esenciales necesarios para una salud cerebral óptima.  (Robin Stickel/Pexels)
Incluir grandes cantidades de frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables en nuestra dieta puede proporcionar los nutrientes esenciales necesarios para una salud cerebral óptima. (Robin Stickel/Pexels)

Es crucial tener en cuenta que la fructosa en sí misma no es inherentemente dañina. En la naturaleza, la fructosa se encuentra en las frutas, que también contienen fibra, vitaminas y antioxidantes que contrarrestan sus efectos. El problema radica en el consumo excesivo de alimentos procesados ​​que contienen JMAF, donde la fructosa está presente en formas muy concentradas, desprovistas de nutrientes esenciales.

Max Lugavere enfatiza la importancia de reducir la ingesta de alimentos procesados ​​y optar por alimentos integrales sin procesar. Una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables puede proporcionar los nutrientes necesarios para la salud del cerebro y minimizar los efectos nocivos de la fructosa.

La obesidad, el consumo excesivo de fructosa y el deterioro cognitivo están estrechamente relacionados. A medida que nuestra cintura se expande, nuestro volumen cerebral se reduce, lo que lleva a un deterioro cognitivo y un mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas. Max Lugavere, un experto en salud cerebral, enfatiza los efectos nocivos de la fructosa y el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa.

Para salvaguardar la salud de nuestro cerebro, debemos elegir alimentos enteros sin procesar y limitar nuestra ingesta de alimentos procesados ​​ricos en JMAF . Nuestras elecciones dietéticas hoy dan forma a nuestra salud futura.

Descargo de responsabilidad: tenga en cuenta que la información presentada en este artículo tiene fines educativos únicamente y no debe verse como un reemplazo del consejo médico profesional. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud o un dietista registrado antes de realizar cambios sustanciales en su dieta.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *