Un tribunal ha dictaminado que un hombre de 39 años de Kentucky utilizó sistemas de registro del gobierno para crear una identidad falsa con el fin de evitar pagar la manutención de su hijo. Como resultado, ha sido condenado a 81 meses de prisión federal.
El lunes, el juez de distrito estadounidense Robert Wier condenó a Jesse Kipf a 81 meses por fraude informático y robo de identidad agravado, según un comunicado de prensa del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DoJ).
Kipf se registró fraudulentamente como fallecido en el Sistema de Registro de Defunciones de Hawái utilizando credenciales robadas. Lo hizo para evadir sus obligaciones de manutención de sus hijos, que era su principal motivo para entrar en el sistema.
El Departamento de Justicia declaró que en enero de 2023, Kipf creó un caso para su propia muerte accediendo al Sistema de Registro de Defunciones de Hawái, utilizando las credenciales de inicio de sesión de un médico que residía en un estado diferente.
Posteriormente, Kipf completó una planilla de certificado de defunción del estado de Hawái y se designó a sí mismo como certificador médico del caso. Luego procedió a certificar la muerte, utilizando la firma digital del médico.
Según el Departamento de Justicia, Kipf utilizó credenciales robadas para obtener acceso no autorizado a los sistemas de registro de defunciones de varios estados, así como a empresas privadas y redes gubernamentales. Luego intentó vender este acceso a partes interesadas en la red oscura.
Las acciones del pirata informático incluyeron el uso de un número de Seguro Social falso para abrir una cuenta de crédito o débito en una institución financiera. Esto dio como resultado un total de $195,758.65 en daños a los sistemas gubernamentales y corporativos, así como la falta de pago de la manutención infantil.
La investigación, dirigida por Michael E. Stansbury, del FBI, concluyó que el acusado, que pirateó varios sistemas informáticos y robó deliberadamente la identidad de otras personas para obtener beneficios personales, deberá afrontar las consecuencias de sus acciones. Stansbury enfatizó que las víctimas de robo de identidad sufren consecuencias duraderas y, por lo tanto, el FBI perseguirá enérgicamente a cualquiera que participe en un comportamiento tan cobarde.
Después de cumplir el 85 por ciento de su sentencia de prisión, Kipf será puesto bajo la supervisión de la Oficina de Libertad Condicional de Estados Unidos durante tres años tras su liberación de prisión.
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