
La conclusión de Capitán América: Un mundo feliz prepara el terreno para acontecimientos cruciales en el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU), incluido un enfrentamiento intrigante con Hulk Rojo. A continuación, se ofrece una exploración detallada de estos resultados y sus implicaciones.
La narración se centra en Sam Wilson, ahora el recién nombrado Capitán América, quien descubre una siniestra conspiración destinada a instigar la Tercera Guerra Mundial, socavar la administración del presidente Thaddeus Ross y orquestar su asesinato.
Esta búsqueda lo lleva a Samuel Sterns, también conocido como el Líder, un biólogo cuya transformación comenzó cuando fue contaminado por la sangre de Bruce Banner durante los eventos de El increíble Hulk. En busca de venganza, Sterns ve a Ross como el objetivo ideal.
El enfrentamiento culminante ocurre en la Isla Celestial, los restos de Tiamut de Eternals, que es buscado por su mineral único: adamantium, una sustancia incluso más resistente que el vibranium. Sin embargo, Sterns tiene un plan elaborado en marcha para Sam, complicando aún más su encuentro.
Presentación del Plan del Líder con el Presidente Ross

A medida que avanza la película, se revela que Ross ha mantenido a Sterns encarcelado en el Campamento Echo One durante 16 años desde El increíble Hulk. Durante este tiempo, la exposición de Sterns a la radiación gamma mejora su intelecto a niveles sobrehumanos, lo que le permite resolver problemas complejos.
Sin embargo, esta transformación no está exenta de inconvenientes: su apariencia física está severamente alterada, mostrando piel verde y una protuberancia cerebral antinatural. Sin embargo, Ross ha utilizado a Sterns para resolver sus innumerables desafíos, utilizándolo esencialmente como un “grupo de expertos personal”, lo que jugó un papel crucial en su ascenso a la presidencia.
Además, Ross tiene un problema de salud importante: depende de unas pastillas con rayos gamma desarrolladas por Sterns para prolongar su vida. Sin embargo, el aumento de la radiación gamma crea una situación volátil: si Ross se agita demasiado, corre el riesgo de transformarse en Hulk Rojo, una peligrosa responsabilidad para un presidente en funciones.
A medida que se desarrolla su nefasto plan, Sterns explota los recursos de la CIA para reclutar mercenarios, utilizando un presupuesto negro para conseguir una muestra de adamantium de Japón, consciente de que implicaría a Ross. Además, diseña un método de control mental, activado por la canción «Mr. Blue» de The Fleetwoods, que conduce a varios eventos caóticos, incluido un intento de asesinato de Ross.
Surge un momento fatídico cuando Sterns manipula a los pilotos de combate estadounidenses para atacar a las fuerzas navales japonesas, pero afortunadamente, el Capitán América interviene a tiempo para evitar el desastre y Sterns es capturado antes de que Ross pueda transformarse completamente en Hulk Rojo.
El enfrentamiento de Sam con Hulk Rojo

En el acto final de la película, el presidente Ross se muestra optimista, se dirige a Betty y expresa su alivio por la resolución de la crisis del adamantium. Sin embargo, un bombardeo mediático lo inquieta, aumentando su frustración, que el Líder aprovecha, lo que desencadena su transformación en Hulk Rojo.
Sam Wilson llega para enfrentarse a él; sin embargo, las probabilidades están en su contra cuando Hulk Rojo arrasa Washington, destruyendo todo a su paso, incluidas partes de la Casa Blanca. La batalla resultante es intensa, y Sam logra evadir por poco los poderosos ataques de Ross. En un momento culminante, Hulk Rojo atrapa a Sam y le arranca una de sus alas.
Afortunadamente, el ala restante, fabricada con tecnología de Wakanda, absorbe una enorme cantidad de energía. Cuando Sam la utiliza para apuñalar a Hulk Rojo, se produce una explosión masiva que incapacita temporalmente a ambos luchadores.
Justo cuando parece que el conflicto está resuelto, Hulk Rojo emerge aún más furioso. En un momento de claridad, Sam entabla un diálogo con Ross, instándolo a demostrar su fuerza por Betty y a superar su furia, lo que llevó a Ross a regresar a su forma humana.
El Halcón: El próximo vengador de Sam

Después del caótico encuentro con Red Hulk, durante el cual Sam sufre varias heridas, visita el hospital para ver cómo está Joaquín, también conocido como Falcon, quien se estrelló en el Océano Índico cerca de la Isla Celestial. Joaquín expresa sus temores sobre estar a la altura del legado del Capitán América, a lo que Sam responde que tales expectativas pueden pesar mucho.“Eso es presión. Te hace cuestionar tus habilidades”, reflexiona.
En un momento de aliento, Joaquín admite que él mismo aspira a la grandeza. Sam le da empujoncitos juguetones sobre su ritmo en el combate aéreo mientras refuerza la importancia de preparar su traje, afirmando: «El mundo necesita a los Vengadores».
La exoneración de Isaiah Bradley

Una vez que se revela la participación de Sterns en el plan de asesinato, Isaiah Bradley es liberado rápidamente de prisión y recibe la exoneración de los graves cargos, un giro de los acontecimientos que resulta positivo teniendo en cuenta que se enfrentaba a una sentencia de muerte. Brevemente, lo vemos expresar su entusiasmo por asistir a un partido con una nueva conocida, Ruth Bat-Seraph.
Un regreso nostálgico al MCU

Tras el incidente de Red Hulk, Ross renuncia a la presidencia y decide cumplir su condena en The Raft, una prisión clandestina.“El país necesita seguir adelante”, le dice a Sam, demostrando aceptación y previsión.
Antes de que concluya la narración, Ross recibe una visita inesperada de Betty, lo que marca el regreso de Liv Tyler al MCU por primera vez desde 2008. Su intercambio concluye con una cálida invitación a conversar más, lo que señala posibles nuevos desarrollos para ambos personajes.
Surge una pregunta importante

Ahora que Ross ya no ocupa el cargo de presidente, surge la pregunta: ¿quién asumirá el cargo de nuevo presidente de los Estados Unidos dentro del MCU? Es probable que su vicepresidente ocupe el puesto temporalmente; sin embargo, su identidad sigue sin establecerse en Capitán América: Un mundo feliz.
Curiosamente, Bucky Barnes se está aventurando en el ámbito político. Hace una breve aparición para brindar apoyo a Sam después de Celestial Island, con planes de aparecer en la próxima película Thunderbolts, lo que sugiere posibles respuestas a este nuevo panorama político.
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