El 11 de octubre, Edward Lee compartió un extenso mensaje en inglés en sus redes sociales, comenzando con la frase: “¿Por dónde empiezo?”
Expresó su agradecimiento y afirmó: “Estoy sinceramente agradecido por todo el cariño de las personas que han seguido Culinary Class Wars de Netflix durante las últimas semanas. Sus comentarios y mensajes realmente me conmovieron. Aunque no puedo responder a todos individualmente, sepan que he leído todos y cada uno de sus mensajes y su amabilidad me ha hecho sentir profundamente conmovido”.
Al hablar de su experiencia como coreano-estadounidense, reflexionó: “No hay palabras que puedan expresar por completo lo que siento al conectarme con mis raíces y representar una visión de la gastronomía coreana, especialmente porque pasé gran parte de mi infancia alejado de las influencias culturales coreanas. Su apoyo significa mucho para mí”.
Edward Lee también expresó su agradecimiento a sus compañeros chefs y dijo: “Quiero agradecerles a todos los chefs con los que tuve el honor de competir. Ha sido un viaje increíble y tengo la suerte de considerarlos a todos amigos. Colaborar con el equipo de producción, directores, productores, editores y el personal culinario fue un verdadero placer y los extrañaré a todos”.
Continuó: “Cocinar en mi país natal y mostrar la riqueza y diversidad de la cocina coreana ha sido un sueño para mí durante mucho tiempo”.
En respuesta a los comentarios sobre no tener acceso a cocinas de prueba en Corea, Edward Lee señaló: “Algunos observadores comentaron que yo tenía una ventaja injusta por no tener una cocina de prueba en Corea. Pero para mí, ¿qué es una cocina? Durante mi estancia en Corea, transformé mi habitación de hotel en una cocina de prueba improvisada en cada oportunidad. Compré ingredientes en los mercados locales, me inspiré en los dramas coreanos y perfeccioné nuevas ideas culinarias. Una cocina no se define únicamente por herramientas de alta gama o ingredientes sofisticados; es donde se fusionan la pasión, el amor y la creatividad. Con solo una tabla de cortar, un cuchillo y un poco de curiosidad, cualquier espacio puede convertirse en una cocina”.
Finalizó agradeciendo a todos una vez más y animó a todos a probar cosas nuevas en la cocina, independientemente de su situación.
Mientras tanto, Edward Lee, que demostró su destreza culinaria en el concurso de supervivencia estadounidense Iron Chef, compitió con éxito en el programa coreano Culinary Class Wars, donde consiguió el segundo puesto. Su enfoque innovador y las narrativas detrás de sus platos atrajeron una atención considerable.
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