Como era de esperar, el jefe final de Diablo 4: Vessel of Hatred no es otro que Mefisto, el heraldo del odio. El nivel de desafío durante este enfrentamiento definitivo está influenciado significativamente por la estructura de tu personaje. Intentar adoptar una configuración de final de juego que dependa de elementos únicos específicos a lo largo de la campaña puede generar una enorme dificultad si no tienes acceso a esos elementos. Además, las configuraciones que causan un daño mínimo a un solo objetivo pueden complicar aún más las cosas. Sin embargo, familiarizarse con las distintas mecánicas de batalla puede ayudar sin duda a derrotar a Mefisto, incluso si extiende la duración de la pelea. A continuación, encontrarás estrategias para vencer a Mefisto, el heraldo del odio, en Diablo 4: Vessel of Hatred.
Estrategias para vencer a Mefisto, el heraldo del odio, en Diablo 4: Vessel of Hatred
Tras la impactante traición de Eru (una situación que se volvió más dudosa debido a su reticencia sobre por qué te salvó), Mephisto fue liberado de sus confines de piedra. Eru aprovechó la piedra y el recipiente con la intención de resucitar a Mephisto para proteger a Nahantu de su ira.
En un intento por frustrar tu intervención y la de Neyrelle contra Eru, Mefisto invoca al Heraldo del Odio para que te desafíe. Esta entidad es la encarnación directa del propio Mefisto.
Entendiendo la mecánica de combate de Mefisto, el heraldo del odio
La batalla comienza con el Heraldo del Odio desatando la corrupción en el campo de batalla, lo que restringe tu movimiento a una pequeña zona. Akarat se une a ti y necesitará un breve período de recuperación antes de poder ayudarte. Una vez que recupere su fuerza, Akarat limpiará la arena de corrupción y despojará al Heraldo del Odio de su inmunidad, lo que te permitirá infligir daño durante este período.
Sin embargo, a medida que avanza la pelea, el Heraldo del Odio recuperará la inmunidad. Para contrarrestar esto, debes utilizar el poder de Akarat. Al comienzo de cada fase, se transforma en una esfera radiante, que debes recolectar para aprovechar su energía. Al adquirir el poder de Akarat, tus habilidades se transformarán en un ataque especializado capaz de disipar la inmunidad de Mefisto, similar a los efectos del santuario del conducto.
Cuando el Heraldo del Odio se vuelve vulnerable, puedes infligirle daño hasta que recupere inmunidad una vez más.
Los patrones de ataque del presagio del odio
A medida que el Heraldo del Odio propaga la corrupción de forma perpetua (ilustrado en la segunda imagen), notarás que sus mecánicas de ataque comparten similitudes con las que encontraste mientras luchabas contra Lilith. Su movimiento inicial consiste en golpear el suelo con sus orejas, lo que da como resultado un proyectil que se divide en tres y causa daño a lo largo de una trayectoria lineal. Después de esto, ejecutará un golpe final que lanza cinco proyectiles que se originan desde su cabeza.
Cuando empieza a agitarse, se inicia una secuencia de ataques. El método óptimo para evadirlo es distanciarse de él mientras esquivas los proyectiles que se aproximan. Alternativamente, puedes anular algunas de estas mecánicas si posees habilidades defensivas.
Sus ataques cuerpo a cuerpo suponen una amenaza importante, sobre todo cuando estás muy cerca. Si tu personaje no tiene suficiente salud, armadura o mejoras defensivas de habilidades o habilidades pasivas, cada golpe puede agotar más de la mitad de tu salud, lo que te obligará a consumir pociones rápidamente para sobrevivir. Es recomendable que conserves tus habilidades defensivas para estos momentos cruciales, ya que tu objetivo es mantener un daño constante contra el jefe.
Durante el encuentro, aparecerán continuamente huecos enemigos, lo que aumentará el caos que debes controlar. Sin embargo, Akarat está ahí para ayudarte atrayendo la atención del Heraldo del Odio por un tiempo, lo que te dará oportunidades de eliminar a los enemigos que te acechan o de infligir daño al jefe.
Si evitas hábilmente estas técnicas peligrosas, deberías salir victorioso contra Mefisto, el heraldo del odio. Curiosamente, este encuentro puede parecer más manejable que luchar contra Urivar debido a la participación de Akarat. Si tienes problemas de supervivencia, considera emplear al mercenario Raheir, cuya mejora de armadura puede mejorar tu resistencia.
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