Una coalición integrada por 6.388 cineastas, entre los que se destacan figuras de renombre como Song Kang-ho , Hwang Jung-min , Kim Tae-hee , Kim Ji-won y Han Ye-ri, publicó una segunda declaración urgente el 13 de diciembre. Su documento condenaba el fracaso en el impeachment del presidente Yoon Suk-yeol, tildándolo de “autor de la rebelión” y exigiendo tanto su impeachment como el del gobernante Partido del Poder Popular (PPP) por supuestamente facilitar violaciones de la Constitución.
Los cineastas denunciaron la declaración de la ley marcial por parte del presidente Yoon y la decisión del PPP de boicotear la votación del impeachment, caracterizando estas acciones como una “clara rebelión” contra el orden constitucional establecido. Instaron al público a movilizarse en defensa de los valores democráticos y a exigir cuentas a quienes están en el poder por sus acciones.
En un discurso público pronunciado el 7 de diciembre, el presidente Yoon afirmó que asumiría tanto las responsabilidades legales como las políticas y prometió dejar su futuro en manos del partido gobernante. Sin embargo, la votación para destituirlo fracasó debido a un boicot masivo de los miembros del PPP, lo que sofocó de hecho los mecanismos constitucionales destinados a limitar los poderes del presidente. Esta acción provocó un descontento público generalizado, en particular en la industria cinematográfica, que expresó una profunda frustración por la traición a los principios democráticos.
Los realizadores acusaron al PPP de descuidar sus obligaciones constitucionales en virtud del artículo 46, párrafo 2, al permitir acciones que consideraban traidoras contra el Estado.
Una historia de advertencias ignoradas
Esta no es la primera protesta pública de los cineastas. Inicialmente, el 5 de diciembre, pidieron a los legisladores del PPP que “priorizaran el interés nacional o se enfrentarían a la complicidad en la rebelión”. Sin embargo, esta advertencia fue ignorada cuando los legisladores se retiraron durante la votación del impeachment, un gesto que los cineastas interpretaron como una excusa para la rebelión.
En su declaración posterior, destacaron que las acciones del PPP constituyeron una violación de la confianza pública, planteando una grave amenaza a los fundamentos mismos de la democracia y socavando la integridad constitucional.
Reacción del público y de la industria cinematográfica
El rechazo a la propuesta de destitución dejó a muchos ciudadanos y a personas del sector desilusionados. Las expectativas de que el PPP actuaría en beneficio del público se vieron frustradas. Los cineastas sostuvieron que, dada la imposición de la ley marcial por parte del presidente Yoon, las únicas soluciones viables que quedaban eran que dimitiera de inmediato o que se le sometiera a un proceso de destitución.
El 8 de diciembre, el primer ministro Han Duck-soo y el líder del PPP Han Dong-hoon sugirieron una “dimisión anticipada y ordenada” como una posible alternativa al impeachment. Sin embargo, los cineastas descartaron esta propuesta por inconstitucional y la calificaron de mera táctica para proteger al presidente de la rendición de cuentas. Argumentaron que “un presidente que viola la Constitución debe rendir cuentas mediante procedimientos constitucionales”.
Fuerte condena y llamado a la acción
Los cineastas criticaron la sugerencia de una “dimisión temprana y ordenada” como una mera justificación para el abuso de poder, equiparándola a un acto más de rebelión. Afirmaron que la verdadera estabilidad, el orden y el gobierno provienen del pueblo, no del partido gobernante, y afirmaron que “el presidente Yoon Suk-yeol y el Partido del Poder Popular son las causas fundamentales de esta agitación”.
Además, instaron a los legisladores del PPP a que cumplan con sus deberes como representantes del público de manera responsable. “Si comprenden la inconstitucionalidad de la declaración de la ley marcial, entonces actúen con decisión y participen en la votación”, imploraron los cineastas, pidiendo un juicio político inmediato. Advirtieron que la historia juzgará a los legisladores en función de su negligencia deliberada en el cumplimiento de sus responsabilidades políticas.
Una lucha para defender la democracia
Los cineastas prometieron unirse a los ciudadanos en la lucha continua por salvaguardar la democracia. “La política existe para el pueblo; el mantenimiento del poder no puede ser su objetivo final”, afirmaron. Su segunda declaración enfatiza la necesidad de una acción colectiva para sortear eficazmente la crisis política actual.
El 13 de diciembre, la organización “Cineastas por la renuncia de Yoon Suk-yeol” reiteró su enfático mensaje dirigido al PPP y al presidente Yoon: “El impeachment es el único camino para restablecer el orden constitucional. Detengan la rebelión ahora”. Esta enérgica postura ha obtenido una importante atención pública y apoyo en todo el país.
Fuente: TopStarNews
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