Después de una pausa de seis años, Studio Ponoc finalmente lanzó su último largometraje, The Imaginary, que definitivamente valió la pena la espera.
The Imaginary, una película de anime asombrosa y mágica, sigue la historia de Amanda y su amigo imaginario Rudger. Explora los temas de la inocencia, la empatía y la imaginación en medio de los desafíos de la vida. La película es una adaptación de la novela de AF Harrold y muestra de manera efectiva la influencia de la animación.
El fundador de Studio Ponoc, Yoshiaki Nishimura, produjo y proporcionó el guion, mientras que Yoshiyuki Momose fue el director. Con experiencia como ex productor de Studio Ghibli, Yoshiaki aporta un toque del encanto y la magia de Hayao Miyazaki e Isao Takahata al proyecto.
No sólo a la sombra de Studio Ghibli
The Imaginary no es simplemente un acto de homenaje, abarca mucho más que eso. A pesar de sus impresionantes imágenes, también hay temas existenciales profundos presentes. Yoshiaki compartió con nosotros el proceso de fusión de estos conceptos e incluso algunas fuentes de inspiración inesperadas.
La calidad de la realización cinematográfica de Studio Ponoc es un aspecto crucial de lo que hace que The Imaginary sea tan cautivadora. A lo largo de la película de Netflix, los espectadores pueden disfrutar de escenas impresionantes, incluido un espectáculo de luces hipnótico en una biblioteca llena de Imaginaries (el término que se usa en el universo de la película para referirse a los amigos imaginarios). Esta escena es particularmente impresionante y se suma a la experiencia inmersiva general.
El imaginario está repleto de creatividad
Nos encontramos con una multitud de individuos, tanto grandes como pequeños, que han sido compañeros íntimos de alguien en algún momento y que evitan desaparecer uniéndose y aprovechando su desenfrenado vigor imaginativo.
Yoshiaki se adentró profundamente en esta mitología, lo que dio como resultado un primer borrador que tenía el doble de extensión de lo que finalmente se mostró en pantalla. Se estimó que la historia de fondo por sí sola era diez veces más larga que lo que se vio y escuchó de los Imaginarios, pero la película requería más que una historia detallada.
El orador explica que su objetivo principal no era crear una pieza visualmente lógica, sino infundir una sensación de absurdo caprichoso en los personajes, lo que daría como resultado una apariencia lúdica e imaginativa.
Un villano que a Stephen King le encantaría
El señor Bunting no es nada divertido. Es un demonio desconcertante que devora a los imaginarios. Adopta la forma de un hombre de mediana edad y siempre está acompañado por un fantasma imaginario de aspecto infantil. Su presencia es inquietante y todo lo que lo rodea hace que uno se retuerza, especialmente cuando intenta devorar a Rudger.
Me recordó a Pennywise el payaso, la aterradora criatura que cambia de forma y se alimenta de niños en It, de Stephen King. Los realizadores tenían en mente otra referencia igualmente inquietante.
“Según Yoshiaki, el director Yoshiyuki Momose se vio influenciado por las ilustraciones del libro y las utilizó como punto de partida para sus propias ideas. Las caracterizaciones también se inspiraron en el papel de Javier Bardem en la película No Country for Old Men, con la sensación de ser perseguido constantemente y no tener medios de escape. Esta fue una elección deliberada para crear una sensación de escalofrío en la película”.
Al igual que el personaje Sin rostro de El viaje de Chihiro y la intensa guerra de El castillo ambulante, estos actos de maldad en última instancia conducen a un resultado positivo. Nos recuerdan nuestra fuerza, inteligencia, creatividad y capacidad para el amor y la bondad.
La empatía es una búsqueda artística en sí misma.
A medida que envejecemos y nos absorben las responsabilidades de la edad adulta, estas cosas tienden a perder su importancia. El mensaje de Yoshiaki es demostrar que el acto de maniobrar por la vida puede ser tan valioso como participar en batallas imaginarias o crear obras maestras con pintura de dedos.
“Aunque la imaginación suele asociarse a grandes creaciones, como las representadas en The Imaginary, donde una sola persona puede crear un mundo entero, creo que no se limita a esta forma”, reflexiona.
“Creo firmemente que la empatía es un tipo de imaginación. Es la capacidad de comprender verdaderamente las experiencias de la persona que está a tu lado. También implica ser capaz de empatizar con alguien que está en un campo de refugiados en un país diferente y comprender las dificultades que enfrentan esos niños”.
La pérdida de imaginación en el mundo actual es una preocupación creciente. Es fundamental que reconozcamos y valoremos las oportunidades que tenemos de utilizar nuestra imaginación. De hecho, esta capacidad puede tener incluso mayor importancia que el poder de crear.
The Imaginary está actualmente disponible para streaming en Netflix.
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