Los entusiastas preocupados de Red Lobster están expresando su temor de que ya no puedan disfrutar de las queridas galletas de queso cheddar bay, tras los informes sobre la declaración de quiebra de la cadena de restaurantes.
A pesar de las ingeniosas campañas de marketing de los últimos años, como su exitosa broma del Día de los Inocentes, Red Lobster continúa luchando a pesar de ser un destino popular para una cena de langosta y sus famosas galletas Cheddar Bay.
Según un informe publicado el 16 de abril por Bloomberg , Red Lobster está contemplando acogerse al Capítulo 11 de bancarrota para reestructurar su deuda y continuar operando como de costumbre. La cadena se ha enfrentado a algunos desafíos en los últimos años, incluido el nombramiento de su tercer director general en sólo dos años.
Capítulo 11 de Bancarrota explicado
Según los tribunales de los Estados Unidos, un caso de bancarrota del capítulo 11 se conoce comúnmente como bancarrota de “reorganización”. En este tipo de quiebra, al deudor se le permite continuar operando su negocio y conservar los poderes y deberes de un síndico. También pueden solicitar aprobación judicial para pedir prestado fondos adicionales. Básicamente, esto significa que Red Lobster puede continuar sus operaciones como de costumbre, a pesar de estar en estado de quiebra.
¿Cómo contribuyó el camarón a la quiebra de Red Lobster?
Camarones ilimitados fue una mala idea para la marca
Según el informe de Restaurant Business, el declive de Red Lobster se puede atribuir a «problemas con el liderazgo, un clima económico desafiante y la popularidad del camarón libre».
En 2022, Red Lobster enfrentó pérdidas financieras de 33 millones de dólares y tuvo que cerrar 16 de sus restaurantes. En un intento por atraer clientes a sus establecimientos, introdujeron una oferta de camarones todo lo que pueda comer por 20 dólares en el verano de 2023. Aunque la promoción fue un éxito y atrajo a muchos amantes de los mariscos, el costo de suministrar una cantidad tan grande cantidad de camarones a sus ubicaciones resultó en una pérdida de $11 millones en un trimestre, según informó The New York Times.
Los propietarios actuales de la marca, Thai Union Group, compraron la cadena por 2,1 millones de dólares en 2014 y ahora están en el proceso de prepararla para la venta.
A pesar de estos desafíos, Red Lobster todavía mantiene una fuerte presencia en Estados Unidos con 650 restaurantes. Incluso si se vende la cadena, existe la posibilidad de cambiar la marca o implementar estrategias de marketing rentables en lugar del gasto actual de 11 millones de dólares.
A pesar de la reciente consideración de declararse en quiebra, Red Lobster no va a cerrar actualmente. En realidad, esta decisión puede beneficiar a la empresa al permitirle centrarse en construir su marca en lugar de gestionar su deuda. Vale la pena señalar que otras cadenas de comida rápida, como McDonald’s y Wendy’s, también se declararon en quiebra en el pasado. Las implicaciones de esto para el futuro de Red Lobster aún son inciertas.
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