Una nueva investigación en salud mental ha señalado el vínculo entre el SII y la depresión. El síndrome del intestino irritable es un trastorno del intestino, mientras que la depresión es un trastorno de la mente. La conexión entre los dos es una clara evidencia de la intrincada relación entre la salud mental y física.
A menudo hablamos de los síntomas psicológicos de la depresión, pero dejamos de lado los efectos físicos. Recuerda que tu intestino y tu cerebro están íntimamente conectados. Cualquier cambio en su intestino puede provocar cambios en su salud mental y viceversa.
Explorando el vínculo entre el SII y la depresión
¿Puede el SII causar depresión? ¿O la depresión puede causar SII? Comprender qué causa el SII o la depresión implica aprender qué tan diferente se comunica el eje cerebro-intestino durante la fase de inicio de cada afección.
Ambas formas se originan a partir de cambios en su sistema nervioso central (cerebro) que se interconectan con su sistema nervioso entérico (intestino). Cualquier cambio puede causar patrones de interrupción bidireccionales que conducen a resultados similares cuando no se controlan. Lo que significa bidireccional es que los cambios de humor pueden ser la causa del SII (conexión de arriba hacia abajo), pero los síntomas del SII también pueden agravar la depresión y la ansiedad (conexión de abajo hacia arriba).
Es posible que también haya oído hablar del papel de la serotonina en la regulación del estado de ánimo. Sin embargo, también juega un papel esencial al interactuar con la pared de su tracto gastrointestinal. Cualquier perturbación sin duda afectará el vínculo entre el SII y la depresión.
Además, estas alteraciones afectan la forma en que la inflamación y su sistema inmunológico responden junto con su microbiota, lo que lleva a circunstancias que empeoran los síntomas de ambas afecciones.
Vínculo entre el SII y otras condiciones de salud mental
¿Sabías que las personas con síntomas de SII tienen un mayor riesgo de sufrir depresión? Es hora de crear conciencia, romper el estigma y fomentar la comprensión de ambas condiciones. De hecho, más del 30 % de las personas con SII también tienen ansiedad y más del 20 % tienen depresión.
Los estudios sugieren que existe una fuerte conexión entre el estrés y los síntomas del SII. El estrés puede producir sustancias químicas que pueden interrumpir el proceso digestivo, lo que provoca molestias y dolor. Si bien el estrés puede no ser la única causa del SII, controlar los niveles de estrés puede ayudar a aliviar los síntomas.
SII y tratamiento de la depresión
Debido al vínculo entre el SII y la depresión, pueden surgir problemas gastrointestinales persistentes que se presentan con molestias significativas, como dolor abdominal acompañado de hinchazón o cambios en las deposiciones. Su proveedor de atención médica podría explorar la posibilidad de recetar medicamentos para abordar estos problemas directamente.
Además. Si experimenta síntomas depresivos graves , como mal humor y sentimientos de desesperanza, también podrían recetarle ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina), a menudo conocidos por su aplicación en el tratamiento de la depresión. Ayudan a maximizar los niveles de serotonina en el cerebro mientras reducen las características depresivas centrales.
Se ha informado que dichos medicamentos, junto con las formas de validación de la terapia de conversación, ofrecen un alivio temporal cuando se usan adecuadamente. Ponerse en contacto con un médico puede abordar cualquier necesidad adicional de manera integral dentro de un marco ético.
Crear el hábito de participar en actividad física regular podría tener implicaciones positivas para el vínculo entre el SII y la depresión. De manera similar, hacer cambios simples, como incorporar caminatas en su rutina o practicar yoga con regularidad, podría reducir sustancialmente sus niveles de estrés y mejorar la función gastrointestinal. Esto también puede ayudar a mejorar su estado de ánimo.
Además, cuidar la higiene del sueño mediante el cumplimiento de horarios regulares para acostarse y el establecimiento de temperaturas adecuadas podría ayudar a estas condiciones. Practicar técnicas de relajación puede conducir a un cuerpo en reposo.
Además, buscar la ayuda de amigos y familiares de confianza o grupos de apoyo emocional siempre hace maravillas para aquellos que se sienten perdidos o solos en su viaje. Además, participar en actividades de cuidado personal , que incluyen trabajo de respiración y encontrar alegría a través de diferentes pasatiempos, contribuye a llevar un estilo de vida óptimo.
Vivir con SII no es una broma. Puede incluir molestias constantes, brotes impredecibles y cambios en la dieta que pueden afectar tanto a su cuerpo como a su mente. Puede parecer una batalla interminable entre tu instinto y tu mente.
Sus síntomas del SII se pueden controlar haciendo pequeños ajustes en su estilo de vida. ¿Por qué no intenta implementar estos consejos en su estilo de vida? Trate de incorporar un hábito cada semana y mantenerlo. Pequeños cambios pueden brindarle grandes resultados y ayudarlo a lograr el mejor control de los síntomas. También es importante saber que el vínculo entre el SII y la depresión puede tener un impacto único en su salud mental.
Janvi Kapur es consejera con maestría en psicología aplicada con especialización en psicología clínica.
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