En promedio, los estadounidenses viven hasta los 76 años, y solo el 85 % de su vida la pasan con buena salud. Sin embargo, un informe reciente de la firma de servicios financieros Deloitte sugiere que todos los estadounidenses podrían potencialmente extender su esperanza de vida a 90 años, con el 95% de esos años gozando de buena salud.
Esta proyección prometedora se basa en el análisis de Deloitte, que anticipa un aumento promedio de 12 años en la esperanza de vida y 19 años en la salud para 2040. El informe también destaca las ganancias significativas en la esperanza de vida y la salud que grupos históricamente marginados, como los afroamericanos y estadounidenses. Los nativos de la India/Alaska están en condiciones de lograrlo, con aumentos proyectados de 25 y 28 años, respectivamente.
Cambios que los empleadores deben implementar para maximizar la vida útil
Según el informe, las empresas tienen un papel único que desempeñar para lograr estos cambios transformadores. Debido a que una piscina saludable es aquella que es productiva, los empleadores deben dar prioridad a la salud de sus trabajadores. Para lograr esto, el informe sugiere varias recomendaciones para que los empleadores las consideren.
Acceso a servicios integrales de atención médica: para extender las expectativas de vida y mejorar la salud de los empleados, los empleadores deben asegurarse de brindar acceso a servicios integrales de atención médica física e interna . Esto se puede facilitar mediante la provisión de herramientas digitales y redes de seguros ampliadas, lo que permite a los empleados acceder cómodamente a los recursos médicos esenciales a lo largo de su vida.
Invertir en prevención y cuidado en el hogar : La prevención de enfermedades es la clave para una vida más larga y saludable. Los empleadores deben invertir en medidas preventivas, exámenes de detección regulares y atención domiciliaria. Al centrarse en la identificación temprana y la gestión eficaz de posibles problemas de salud, los empleadores pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas y prolongar la salud de sus empleados.
Mejorar el acceso a alimentos nutritivos: una dieta bien balanceada juega un papel vital para mantener una buena salud y prolongar la vida útil. Los empleadores pueden contribuir significativamente al ofrecer fácil acceso a alimentos saludables en el lugar de trabajo. Ya sea a través de cafeterías en el lugar, máquinas expendedoras con opciones nutritivas o colaboraciones con proveedores locales, los empleadores pueden apoyar los hábitos alimenticios saludables de sus empleados a lo largo de su vida.
Proporcionar asesoramiento nutricional: para apoyar aún más la alimentación saludable, los empleadores pueden ofrecer servicios reconfortantes nutritivos. Esto se puede lograr asociándose con dietistas registrados o profesionales de la salud que pueden brindar orientación y consejos fundamentados sobre cómo mantener una dieta balanceada.
Promoción de la actividad física: Fomentar la actividad física entre los empleados es fundamental para mantener una buena salud. Los empleadores pueden asegurar servicios como inscripción en spa, clases de acondicionamiento físico o programas de salud vegetal para fomentar una cultura de movimiento y ejercicio. Además, ofrecer arreglos de trabajo flexibles que permitan descansos y actividad física durante la jornada laboral puede promover aún más un estilo de vida activo.
Enfoque integral para el bienestar de los empleados: los empleadores deben evaluar cuidadosamente sus esfuerzos para promover una vida saludable y equidad en la salud. Más allá de la salud física, los empleadores deben considerar el bienestar mental , el equilibrio entre el trabajo y la vida personal y el manejo del estrés. Fomentar las conexiones sociales, ayudar a combatir el estrés y ofrecer programas para ayudar a los trabajadores a dejar las adicciones son formas preciosas de lograr una atención médica integral.
Los empleadores tienen un papel fundamental que desempeñar en el avance de la vida útil y la salud promedio en los EE. UU. Al priorizar la salud y el bienestar de sus empleados, las empresas pueden crear un espacio que ayude a los trabajadores a lograr vidas más largas y saludables .
Sin embargo, este cambio requiere la colaboración entre las partes interesadas, incluidos los empleadores, los proveedores de atención médica, las agencias de salud pública y las personas mismas. Al unir fuerzas e invertir en vidas más largas y saludables, podemos producir un futuro en el que tanto las personas como las instituciones se beneficien de la buena salud.
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