Superviviente A: Tripulante femenina de unos 20 años
En una situación en desarrollo, una tripulante femenina de unos 20 años, identificada como la Superviviente A, ha sido admitida en el Hospital Jung Ang de Mokpo después de un desafortunado accidente de aviación. Los informes indican que sufrió múltiples fracturas y contusiones. Si bien su comunicación verbal fue limitada después del incidente, respondió a las preguntas del equipo médico. Un relato detallado de A reveló que «salió humo del motor del avión, seguido de una explosión», lo que resalta el caos experimentado durante la crisis. Los funcionarios del hospital confirmaron los planes para su traslado a un centro médico con sede en Seúl tras consultar con sus padres a su llegada.
Un representante del hospital afirmó: “No podemos brindar información detallada en este momento, pero está consciente y estable. El tratamiento de emergencia está en curso y las decisiones sobre su traslado se tomarán en colaboración con su familia”.
Superviviente B: miembro de la tripulación, varón, de unos 30 años
Mientras tanto, el otro superviviente, conocido como Superviviente B, es un tripulante de 33 años que fue trasladado al Hospital Hankuk de Mokpo. A su llegada, cuando el personal médico le interrogó sobre sus heridas, mostró visible confusión al preguntar: «¿Qué ha pasado?».
En el momento del incidente, B se encontraba prestando servicios a los pasajeros en la parte trasera del avión. Las evaluaciones médicas indican que se encuentra estable, con signos vitales normales y capacidad para caminar sin ayuda. Relató: “Tenía el cinturón de seguridad abrochado cuando el avión estaba aterrizando, pero no recuerdo qué sucedió después”.
Un portavoz del hospital ofreció información sobre el estado mental de B, diciendo: «Dada la gravedad de la situación, es probable que esté experimentando una ansiedad extrema. Su enfoque inicial en la seguridad de los pasajeros podría explicar sus primeras consultas».
Preocupación pública por los sobrevivientes
Los trágicos acontecimientos que rodearon el incidente han provocado una profunda respuesta de la comunidad local. Los pacientes de los hospitales Mokpo Jung Ang y Hankuk expresaron sus sentimientos al reflexionar sobre la suerte de los sobrevivientes en medio del desastre, señalando: «Es realmente desgarrador; tienen suerte de estar vivos. Sin embargo, los recuerdos traumáticos de este incidente permanecerán con ellos para siempre, lo cual es preocupante».
Esta mañana, aproximadamente a las 9:03 horas del 29 de diciembre, el vuelo 7C2216 de Jeju Air, que llegaba de Bangkok, sufrió una falla catastrófica durante su intento de aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de Muan, estrellándose contra estructuras cercanas y desintegrándose. El Boeing 737-800 transportaba a 175 personas, entre ellas 173 surcoreanos y dos tailandeses, junto con seis miembros de la tripulación. Tras el accidente, el avión quedó envuelto en llamas.
A las 9:46 horas, los bomberos lograron sofocar el incendio inicial y rescatar a los dos tripulantes heridos de la cola del avión. Lamentablemente, se presume que la mayoría de los pasajeros fallecieron en el incidente. Las autoridades de bomberos y aviación continúan con sus esfuerzos en las operaciones de rescate e investigaciones para determinar la causa raíz de este trágico accidente.
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