Los personajes de la serie Naruto eran únicos y algunos albergaban el deseo de la vida eterna. Entre ellos se encontraban Orochimaru y Madara Uchiha, quienes dedicaron sus talentos y habilidades a descubrir métodos para alcanzar la inmortalidad. Sin embargo, fue Hidan, un miembro de Akatsuki, quien ya poseía la solución.
La inmortalidad de Hidan fue el resultado de su compromiso inquebrantable con una religión centrada en adorar a una deidad llamada Jashin. Esta deidad concedió a Hidan el don de la vida eterna con la condición de que continuara haciendo sacrificios. Uno podría preguntarse por qué Orochimaru o Madara no siguieron los pasos de Hidan, ya que aparentemente habría sido una ruta más sencilla para lograr sus objetivos. Sin embargo, tras un examen más detenido, resulta evidente que no es tan sencillo como parece.
El papel de la religión y los sacrificios de Hidan para concederle la inmortalidad
A pesar de su singularidad, el método de Hidan para lograr la inmortalidad es limitado y va acompañado de requisitos estrictos. No depende de su fuerza, habilidad o dominio de técnicas complejas, sino más bien de su inquebrantable devoción a sus creencias religiosas. Como devoto seguidor de la deidad Jashin, Hidan realiza sacrificios humanos como un aspecto crucial de sus prácticas religiosas, cumpliendo los deseos de la deidad. A cambio, Jashin le otorga a Hidan un poder que puede interpretarse como inmortalidad.
A pesar de poder resistir cualquier ataque devastador, Hidan no es invencible. Si bien puede sobrevivir a una decapitación, un aplastamiento o un apuñalamiento, no es inmune a los efectos del envejecimiento y el abandono. A medida que pasa el tiempo, su cuerpo se debilita como el de cualquier otra persona. Esta capacidad de soportar heridas mortales le resulta útil en las batallas, pero no puede protegerle de los procesos naturales de la vida.
Además, la inmortalidad de Hidan no le otorga inmunidad al proceso natural de envejecimiento ni al descuido de sus necesidades básicas, como la alimentación y la hidratación. Si no atiende estas necesidades, aún puede enfrentarse a la muerte.
Naruto: El rechazo del método de Hidan por Orochimaru y Madara
A pesar del método aparentemente sencillo de Hidan para lograr la inmortalidad, no se alinea con las visiones de Orochimaru y Madara.
Madara no veía la inmortalidad como su objetivo final. En cambio, había ideado un gran plan, conocido como el Plan del Ojo de la Luna, con la intención de lograr la dominación global en lugar de una vida interminable. Tomó decisiones estratégicas y acumuló poder, en lugar de depender de los caprichos de una deidad extranjera, en su camino hacia la aparente «inmortalidad».
Por el contrario, el deseo de inmortalidad de Orochimaru surgió de su búsqueda de acumular una amplia gama de habilidades y conocimientos, que creía que sólo podían lograrse obteniendo el control de varios cuerpos.
Para Orochimaru, la inmortalidad no estaba definida por una existencia estancada confinada a un cuerpo envejecido, como era el caso con el método de Hidan. Anhelaba la libertad de cambiar de cuerpo y adquirir una multitud de habilidades únicas. En su incesante búsqueda del conocimiento, Orochimaru no encontró atractivo en seguir el camino religioso de Hidan.
En última instancia, aunque el método de Hidan puede haber parecido una forma más sencilla y directa de alcanzar la inmortalidad, no se alineaba con las metas y deseos de Orochimaru y Madara. Para Orochimaru en Naruto, la búsqueda de conocimiento y poder infinitos era primordial, mientras que Madara buscaba la dominación total.
A pesar de ser un pequeño aspecto de sus objetivos más amplios, la búsqueda de la vida eterna era una parte crucial de sus planes, y la buscaron a través de medios que armonizaran con sus ambiciones finales. Sin embargo, el enfoque de Hidan para lograr la vida eterna, que se centraba en prácticas religiosas devotas y una forma de vida limitada, no se alineaba con sus deseos más profundos.
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