La apasionante historia de la agitación adolescente cobra vida en ‘Raising Voices’, que se puede transmitir en Netflix. Dirigida por Eduard Cortés, David Ulloa y Marta Font, esta película es imprescindible.
Con Nicole Wallace, Clara Galle, Teresa de Mera y Aïcha Villaverde, la miniserie dramática española para adolescentes se centra en Alma, de 17 años, y sus dos amigas, Greta y Nata. Sus vidas se ven sumidas en un caos cuando Alma expone la verdadera identidad de un acosador que tiene como objetivo su escuela secundaria.
Las crudas emociones de los personajes, los intrincados detalles de la trama y la escalofriante descripción de los problemas sociales plantean la pregunta: ¿la serie está inspirada en hechos reales?
La serie presenta un retrato auténtico de las luchas que enfrentan los adolescentes, incluidas escenas paralelas de agresión sexual y activismo en las redes sociales que son demasiado reales e inquietantemente familiares en los tiempos actuales.
¿Raising Voices de Netflix está basada en una historia real?
Basada en la novela de Miguel Sáez Carral, la película ‘Raising Voices’ fue adaptada a la pantalla por Carral e Isa Sánchez.
A pesar de ser una narrativa ficticia, ‘Raising Voices’, su creación, retrata eficazmente las duras realidades de la cultura de la violación y los desafíos que enfrentan sus personajes, haciéndolo sentir inquietantemente cercano a la vida real.
Sirve como recordatorio de los temas y aspectos identificables que resaltan las duras realidades que muchos soportan en silencio. La prevalencia de la cultura de la violación en las escuelas es un problema apremiante que enfrentan las mujeres en el mundo real.
En Kuala Lumpur, Malasia, una joven de 17 años llamada Ain Husniza Saiful Nizam utilizó TikTok para llamar la atención sobre una broma inquietante hecha por un maestro. Este incidente provocó una ola de indignación pública por la violencia generalizada que sufren las niñas y mujeres en Malasia.
El incidente recuerda las acciones de Alma en ‘Raising Voices’, donde colgó una pancarta en su escuela para llamar la atención sobre una agresión sexual encubierta.
A pesar de enfrentar reacciones violentas y amenazas de expulsión en las redes sociales, el video de Ain provocó un renovado debate sobre la misoginia y la violencia, lo que la llevó a lanzar la campaña #MakeSchoolASaferPlace. El vídeo ha sido visto más de 1,8 millones de veces.
Este hecho resalta la importante influencia y el potencial de las redes sociales para promover la conciencia y catalizar cambios significativos en la sociedad.
A pesar de los esfuerzos de las instituciones por ocultar casos como los mostrados en ‘Raising Voices’ o el caso de violación en la escuela secundaria Steubenville, el uso generalizado de las redes sociales hace que sea cada vez más difícil hacerlo en todos los niveles de la sociedad.
El caso de violación ocurrido en 2012 en la escuela secundaria Steubenville arrojó luz sobre el impacto negativo de las redes sociales como herramienta para perpetuar y difundir el abuso. En este caso, la víctima estaba gravemente intoxicada y no era consciente del daño que le estaban infligiendo, mientras sus amigos grababan y compartían vídeos de la agresión en plataformas de redes sociales populares como Facebook y Twitter, así como a través de mensajes de texto. Estas acciones sólo aumentaron la atrocidad de las acciones de los perpetradores.
Los videos rápidamente ganaron una atención generalizada, empeoraron el trauma de la víctima y contribuyeron a una tendencia dañina de culpar a las víctimas y ridiculizarlas en las redes sociales. Además, el director escolar de Steubenville se enfrenta a cargos por obstruir la investigación de otro caso de violación ocurrido en 2012.
A pesar de ser muy diferente, la campaña #MakeSchoolASaferPlace de Ain Husniza Saiful Nizam en Kuala Lumpur sirve como prueba de la influencia positiva de las redes sociales.
Estos ejemplos ilustran cómo las redes sociales pueden ser un arma de doble filo, cuyo impacto está determinado por cómo se utilizan. Tiene el potencial de perpetuar influencias negativas o facilitar el progreso social positivo.
Aunque ‘Raising Voices’ es una obra de ficción, sus temas reflejan cuestiones de la vida real, similares a las retratadas en otros dramas españoles.
Las historias, incluida ‘Raising Voices’, exploran el impacto generalizado y escalofriante de la violencia sexual, desdibujando el límite entre la ficción y los horrores de la vida real.
A pesar de ser una obra de ficción, ‘Raising Voices’ incorpora a la perfección elementos de la realidad dentro de su narrativa, lo que genera dudas sobre su autenticidad. Su conmovedora descripción de los problemas sociales recuerda tanto a escenarios de la vida real que fomenta la introspección.
Por lo tanto, si bien la serie es una obra de ficción, su relevancia para los problemas contemporáneos exige un examen más profundo de los problemas sociales que aborda. La prevalencia de la cultura de la violación y las luchas que enfrentan los jóvenes de hoy prevalecen en nuestra realidad.
A pesar de los desafíos, es alentador ver que la generación más joven no tiene miedo de denunciar la injusticia e impulsar el cambio, como lo ejemplifica Alma en ‘Raising Voices’ y movimientos como #MakeSchoolASaferPlace. Este coraje para confrontar y cuestionar las normas existentes es un indicio prometedor de un futuro en el que prevalecerán la rendición de cuentas y la equidad.
Acerca de Alzar la Voz
Raising Voices (español: Ni una más) es una miniserie de televisión de drama adolescente española adaptada de la novela de Miguel Sáez Carral. Protagonizada por Nicole Wallace, Clara Galle y Aïcha Villaverde, la serie se estrenó en Netflix el 31 de mayo de 2024.
La historia se centra en Alma, de 17 años, y sus amigas Greta y Nata, que se enfrentan a un cambio repentino en sus vidas normales. Todo comienza cuando Alma cuelga una pancarta en su escuela secundaria que dice “cuidado, hay un violador acechando dentro”.
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