Riesgos en las transfusiones de glóbulos rojos

Las transfusiones de glóbulos rojos (RBC) son una intervención médica vital para pacientes con afecciones como anemia, procedimientos quirúrgicos y ciertas enfermedades crónicas. Si bien las transfusiones son generalmente seguras, existen posibles complicaciones que los profesionales de la salud deben conocer.

Este artículo profundiza en tres riesgos significativos asociados con las transfusiones de glóbulos rojos: reacciones transfusionales, sobrecarga de hierro e infecciones transmitidas por transfusiones.

Complicaciones de la transfusión de glóbulos rojos

I. Reacciones a la transfusión:

Las reacciones a la transfusión de glóbulos rojos son respuestas inmunitarias adversas que pueden ocurrir durante o después de una transfusión de sangre. Estas reacciones se pueden clasificar en dos tipos:

Reacciones hemolíticas agudas: este tipo de reacción ocurre cuando el sistema inmunitario del receptor identifica los glóbulos rojos transfundidos como extraños y lanza una respuesta inmunitaria que lleva a la destrucción de las células transfundidas. Los síntomas pueden incluir fiebre, escalofríos, dolor de pecho o espalda, hemoglobinuria y daño renal.

Reacciones alérgicas: Las reacciones alérgicas son más leves y más comunes que las reacciones hemolíticas. Por lo general, se presentan como urticaria, picazón o sarpullido. Las reacciones alérgicas graves, conocidas como anafilaxia, pueden causar dificultad para respirar, una caída de la presión arterial e incluso complicaciones potencialmente mortales.

Complicaciones de la transfusión de glóbulos rojos.  (Imagen a través de Pexels)
Complicaciones de la transfusión de glóbulos rojos. (Imagen a través de Pexels)

II. Sobrecarga de hierro:

Las transfusiones de glóbulos rojos frecuentes o grandes pueden provocar una sobrecarga de hierro, una condición en la que el exceso de hierro se acumula en el cuerpo. Esto ocurre porque cada unidad transfundida de glóbulos rojos contiene una cantidad significativa de hierro. La sobrecarga de hierro puede dar lugar a diversas complicaciones:

Daño a los órganos: el exceso de hierro puede acumularse en órganos como el hígado, el corazón y el páncreas, causando daño y deteriorando su función con el tiempo. Esto puede conducir a condiciones como cirrosis, insuficiencia cardíaca y diabetes .

Mayor riesgo de infección: la sobrecarga de hierro puede debilitar el sistema inmunológico, lo que hace que las personas sean más susceptibles a las infecciones, en particular las causadas por bacterias que prosperan en entornos ricos en hierro.

tercero Infecciones transmitidas por transfusiones:

Aunque las medidas de análisis de sangre han reducido significativamente el riesgo de infecciones transmitidas por transfusiones, todavía existe una pequeña posibilidad de contraer infecciones a través de transfusiones. Las infecciones comunes transmitidas por transfusiones incluyen:

Virus de inmunodeficiencia humana (VIH): El riesgo de transmisión del VIH a través de transfusiones de sangre es extremadamente bajo debido a los estrictos protocolos de detección. Sin embargo, todavía existe un pequeño riesgo durante el período de ventana antes de que se puedan detectar las infecciones.

Hepatitis B y C: estos virus pueden transmitirse a través de productos sanguíneos infectados. Las medidas de detección han reducido significativamente el riesgo, pero aún existe una posibilidad mínima de transmisión.

Infecciones bacterianas y virales: las transfusiones pueden introducir infecciones bacterianas o virales en el torrente sanguíneo del receptor. Estas infecciones pueden variar en gravedad, desde leves hasta potencialmente mortales, según el patógeno específico involucrado.

Si bien las transfusiones de glóbulos rojos son cruciales para la atención del paciente, es esencial reconocer y mitigar los riesgos potenciales asociados con el procedimiento. Las reacciones a las transfusiones, la sobrecarga de hierro y las infecciones transmitidas por transfusiones son preocupaciones importantes sobre las que los profesionales de la salud deben estar atentos.

El cumplimiento estricto de los protocolos de análisis de sangre, el control cuidadoso de los pacientes durante las transfusiones y el uso juicioso de las transfusiones pueden minimizar estos riesgos y garantizar la seguridad y eficacia generales de esta intervención que salva vidas.

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