Las drogas inteligentes, también conocidas como potenciadores cognitivos, han ganado popularidad entre las personas que buscan mejorar su concentración y rendimiento cognitivo. Sin embargo, una nueva investigación realizada por la Universidad de Cambridge y la Universidad de Melbourne sugiere que es posible que estos medicamentos en realidad no mejoren el rendimiento y la productividad como se esperaba. De hecho, pueden incluso inhibir las habilidades de los individuos neurotípicos.
El estudio: tareas complejas y potenciadores cognitivos
El estudio involucró cuatro ensayos aleatorios doble ciego con 40 participantes sanos que recibieron uno de los tres medicamentos inteligentes populares (metilfenidato, modafinilo o dextroanfetamina) o un placebo. A diferencia de estudios anteriores que se centraron en tareas cognitivas más simples, esta investigación utilizó actividades más complejas que se asemejan mucho a los desafíos que se enfrentan en la vida diaria.
A los participantes se les encomendó la tarea de resolver el problema de optimización de la mochila, que les obligaba a asignar artículos de diferentes pesos y valores en una mochila virtual para maximizar su valor general. Los resultados revelaron que los participantes que tomaban drogas inteligentes experimentaron una ligera disminución en la precisión y la eficiencia mientras invertían más tiempo y esfuerzo en comparación con los que tomaban el placebo.
Por ejemplo, cuando los participantes tomaron metilfenidato, tardaron aproximadamente un 50 % más en completar el problema de la mochila en comparación con cuando recibieron un placebo. Curiosamente, los participantes que inicialmente se desempeñaron bien sin los medicamentos demostraron una disminución significativa en el rendimiento y la productividad cuando tomaron los medicamentos. Por otro lado, aquellos que se desempeñaron mal en la condición de placebo ocasionalmente exhibieron ligeras mejoras después de tomar un fármaco.
Implicaciones para los trabajadores de alto rendimiento: pensamiento errático y disminución de la productividad
Según el profesor Peter Bossaerts de la Universidad de Cambridge, estos hallazgos plantean preocupaciones sobre el impacto real de las drogas inteligentes en las personas sin trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Si bien las drogas aumentaron la motivación y el esfuerzo, también condujeron a un pensamiento más errático, como se observó a través de la precisión de la tarea de la mochila utilizada en el estudio.
La Dra. Elizabeth Bowman, autora principal del estudio, enfatiza que se necesita más investigación para determinar los efectos de estos medicamentos en individuos neurotípicos cuando realizan tareas complejas en su vida cotidiana. Los resultados del estudio sugieren que los potenciadores farmacéuticos pueden hacer que las personas se esfuercen más mientras producen un trabajo de menor calidad durante un período de tiempo más prolongado.
Examinando diferentes drogas inteligentes
Es importante tener en cuenta que los medicamentos como el metilfenidato, el modafinilo y la dextroanfetamina tienen usos médicos legítimos y se prescriben para personas con TDAH . Sin embargo, la tendencia creciente del uso sin prescripción médica entre estudiantes y profesionales plantea preocupaciones sobre los riesgos potenciales y los beneficios limitados de estas sustancias.
A medida que la sociedad continúa buscando formas de mejorar las capacidades cognitivas, es crucial abordar el uso de drogas inteligentes con precaución. En lugar de depender de soluciones farmacológicas, las personas pueden explorar estrategias alternativas, como mantener un estilo de vida saludable, dormir lo suficiente, practicar la atención plena y adoptar técnicas de estudio o trabajo efectivas. Además, se necesita más investigación para comprender completamente los riesgos y beneficios potenciales de las drogas inteligentes, especialmente en contextos no médicos.
Si bien las drogas inteligentes pueden verse como un medio para mejorar el rendimiento cognitivo, este estudio reciente sugiere que es posible que en realidad no mejoren la productividad y pueden conducir a un pensamiento errático, particularmente en individuos neurotípicos.
Los hallazgos resaltan la necesidad de realizar más investigaciones sobre los efectos de estos medicamentos en la mente y la capacidad de toma de decisiones de los usuarios sin TDAH. Es importante que las personas consideren los riesgos potenciales y los beneficios limitados asociados con las drogas inteligentes y exploren métodos alternativos para optimizar su desempeño de una manera segura y saludable.
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