En un incidente impactante, el streamer finlandés de Kickstarter ‘Pullis’ se vio envuelto en un enredo con la ley después de prender fuego a su propio sofá varias veces durante una transmisión en vivo. Esta audaz maniobra, emitida en diciembre de 2024, ha dejado a los espectadores divertidos y desconcertados.
Los streamers de Kick, conocidos por sus disparatadas payasadas, han ido ampliando cada vez más los límites del entretenimiento en línea. Sin embargo, Pullis logró acaparar los titulares al prender fuego a su costoso sofá, valorado en 8.000 dólares, y al mismo tiempo anunciar su mudanza de Finlandia a Estonia. Con más de 10.000 seguidores en la plataforma, parecía deleitarse con el caos que se desarrollaba en su sala de estar.
Al comienzo de su transmisión, Pullis comentó casualmente: “No sé qué diablos está pasando. Creo que mi sofá se está quemando. ¿Qué diablos? ¿Por qué diablos se está quemando mi sofá?”. Este comentario preparó el escenario para el extraño giro de los acontecimientos que siguió. Reveló que después de intentar vender el sofá a sus amigos y no recibir ofertas, decidió simplemente prenderle fuego.
🚨 El streamer finlandés de KICK casi quema su casa 🔥 pic.twitter.com/cJrPOe6SpU
– GWM (@gwrldmedia) 10 de diciembre de 2024
El estado del apartamento de Pullis sugería falta de cuidado, ya que la sala de estar estaba desordenada. Apenas unos minutos después de comenzar la transmisión, el sofá estalló en llamas, lo que llevó a Pullis a apagarlo con una manta. Sin embargo, la respuesta fue inútil ya que la acumulación de humo pronto le provocó náuseas. Increíblemente, Pullis no se desanimó y declaró que «lo quemaría de nuevo», solo para que las llamas se reavivaran mientras intentaba revivir sus recuerdos de la infancia.
“Fue una broma divertida lo de quemar mi sofá, pero, maldita sea, no se cayó”, se lamentó Pullis. “Huele asqueroso”. A pesar del peligro creciente, siguió interactuando con su público, mostrando poca consideración por las circunstancias.
Arrestan a streamer tras incendio en sofá
Desafortunadamente para Pullis, la escapada tomó un giro serio cuando encendió el sofá por tercera vez, por lo que tuvo que usar una bufanda sobre su rostro para protegerse del humo acre. Esta conducta imprudente atrajo la atención de las fuerzas del orden, que acudieron rápidamente al lugar y escoltaron al hombre esposado.
Los bomberos también llegaron para controlar la situación, y la transmisión de Pullis concluyó con un oficial de policía confiscando su teléfono para apagar la transmisión, marcando un final caótico para lo que se había convertido en un evento infame.
Este incidente ha generado una gran atención en las redes sociales y es un claro ejemplo de hasta qué punto son capaces de llegar los streamers de Kick para captar la atención de los espectadores. Pullis no es el único streamer que genera revuelo a través de acciones arriesgadas; actividades escandalosas similares han generado revuelo en la comunidad online. En septiembre, el streamer de Kick, Mike Smalls, transmitió en directo sus intentos de capear el huracán Helene en una tienda de campaña, lo que casi le cuesta la vida. De forma similar, en noviembre, otro streamer tuvo que recibir atención médica por rabia tras ser mordido por una ardilla en pleno programa.
Estos incidentes resaltan una tendencia creciente entre las plataformas de streaming, donde los creadores buscan constantemente atención a través de acciones cada vez más audaces, a menudo difuminando las líneas entre seguridad y entretenimiento.
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