La aspirina es un medicamento comúnmente recetado en los Estados Unidos, especialmente entre adultos de 60 años o más. Su uso principal es prevenir coágulos de sangre peligrosos que podrían provocar ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, estudios recientes han llevado a los expertos a reconsiderar su uso generalizado en adultos mayores debido al mayor riesgo de sangrado mayor.
Si bien es posible que los beneficios para prevenir los primeros ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares no superen los riesgos para todos, aún se recomienda en ciertos casos, como para las personas que han experimentado previamente un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular y desean prevenir una recurrencia.
Examen de la pérdida sutil de sangre: la anemia y su impacto subestimado
La anemia, una afección caracterizada por una capacidad reducida de transporte de oxígeno en la sangre, es una preocupación importante entre la población de edad avanzada. A pesar de que a menudo se ve ensombrecido por ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, los estudios han revelado que aproximadamente el 30% de los adultos de 75 años o más en todo el mundo sufren de anemia.
Esta condición se ha asociado con varios resultados negativos para la salud, que incluyen fatiga, dificultades cognitivas y de memoria, depresión y un mayor riesgo de muerte.
Un estudio reciente publicado en Annals of Internal Medicine tuvo como objetivo explorar la posible conexión entre el uso del medicamento y la anemia en adultos mayores. El estudio siguió a más de 18,000 adultos mayores de 65 años de los Estados Unidos y Australia durante un período de aproximadamente cinco años.
A la mitad de los participantes se les administró una dosis baja diaria de aspirina (100 miligramos), mientras que la otra mitad recibió un placebo. Durante todo el estudio se realizaron visitas regulares al médico y análisis de sangre para medir los niveles de hemoglobina y ferritina (una proteína involucrada en el almacenamiento de hierro dentro de las células sanguíneas).
Revelando los Hallazgos: Riesgo de Anemia y la Influencia de los Efectos Secundarios de la Aspirina
Los hallazgos del estudio revelaron una diferencia notable pero modesta entre los dos grupos. Se descubrió que los adultos que tomaban aspirina tenían un 20 % más de probabilidades de desarrollar anemia en comparación con los que no la tomaban. Con base en estos hallazgos, los investigadores estimaron que dentro de un período de cinco años, aproximadamente el 24 % de las personas mayores en el grupo de aspirina diaria desarrollaría anemia, en comparación con el 20 % en el grupo de placebo.
Además, las personas que siguieron un régimen exhibieron niveles ligeramente más bajos de hemoglobina y ferritina, que desempeñan un papel crucial para facilitar el transporte de oxígeno por parte de las células sanguíneas.
Estos hallazgos se mantuvieron constantes incluso después de ajustar los datos para tener en cuenta factores como el cáncer, los eventos hemorrágicos importantes durante el estudio y otras variables como la edad, el sexo, la diabetes, la enfermedad renal y el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
Desentrañando el mecanismo
Aunque el estudio no profundizó en los mecanismos específicos por los cuales la aspirina puede contribuir a la anemia, los autores propusieron una explicación plausible.
La aspirina impide la coagulación de la sangre al evitar que las plaquetas se agreguen. También bloquea la acción de una enzima llamada Cox-1, que es vital para mantener la integridad del revestimiento del estómago y del intestino. La barrera protectora comprometida en el tracto gastrointestinal puede conducir a una fuga de sangre gradual con el tiempo, lo que eventualmente resulta en anemia.
Implicaciones y recomendaciones para la atención
Dada la observación consistente de este efecto en varios grupos, independientemente de las condiciones de salud subyacentes, los hallazgos plantean preocupaciones particulares para las personas que tienen factores de riesgo adicionales para la anemia, como aquellas con enfermedades inflamatorias como la artritis o la insuficiencia renal crónica .
Por lo tanto, los autores del estudio recomiendan que los proveedores de atención médica consideren monitorear de cerca los niveles de hemoglobina de los pacientes con múltiples factores de riesgo, incluidos los usos.
La aspirina, un medicamento ampliamente utilizado, tiene beneficios y posibles efectos secundarios. Si bien continúa teniendo valor en ciertos casos, particularmente para la prevención secundaria en personas que han experimentado ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares, no se puede ignorar el riesgo de complicaciones asociadas con la terapia con aspirina.
Los hallazgos del estudio reciente arrojan luz sobre un posible vínculo entre el uso de aspirina y la anemia en los adultos mayores, lo que destaca la importancia de la precaución y la vigilancia estrecha de los pacientes con múltiples factores de riesgo. A medida que avanza el conocimiento médico, la adopción de un enfoque equilibrado para el uso de medicamentos se vuelve cada vez más vital, lo que enfatiza la necesidad de decisiones de tratamiento personalizadas y basadas en evidencia.
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