Hanni de NewJeans expresa su preocupación por el acoso en el lugar de trabajo
El 15 de octubre, Hanni, miembro del popular grupo de K-pop NewJeans, compareció como testigo en la auditoría del Comité de Medio Ambiente y Trabajo de la Asamblea Nacional en Yeouido, Seúl, donde se dirigió a los legisladores sobre cuestiones urgentes relacionadas con el acoso laboral. A pesar de su testimonio, sus denuncias fueron desestimadas con el argumento de que los artistas de K-pop no están clasificados como empleados regulares por sus agencias.
Según CedarBough Saeji, profesora adjunta de la Universidad Nacional de Pusan, la falta de reconocimiento de los ídolos del K-pop en las normas laborales permite la explotación. En un artículo de la BBC titulado “¿Son las estrellas del K-pop trabajadores? Corea del Sur dice que no”, publicado el 20 de octubre, afirmaba: “Se acepta la explotación de los trabajadores porque no son empleados regulares y no existe ningún sindicato, o, como podemos ver claramente ahora, ninguna agencia gubernamental que defienda condiciones laborales humanas para ellos”.
El artículo de la BBC destacó un caso en el que el Ministerio de Empleo y Trabajo hizo caso omiso de las denuncias de acoso laboral presentadas por Hanni durante la auditoría de la Asamblea Nacional. Formularon su decisión basándose en una interpretación obsoleta de la Ley de Normas Laborales, afirmando que los ídolos no pueden considerarse empleados.
La observación del profesor Saeji de que la respuesta del ministerio fue “totalmente injusta y, sin embargo, nada sorprendente” subraya la reconocida gravedad de los problemas dentro del sector del entretenimiento coreano, conocido por sus rigurosos estándares y condiciones de alta presión.
El enigma de la clasificación: trabajadores de tipo especial
El debate en torno a la clasificación de los ídolos como empleados sigue en curso. Actualmente, los artistas de K-pop están designados como “trabajadores de tipo especial”, una categoría que también abarca a los agentes de seguros, conductores de viajes compartidos, tutores privados y escritores autónomos. Esta clasificación significa que, si bien pertenecen a una organización y reciben ingresos, se los trata como contratistas autónomos, lo que da como resultado derechos laborales limitados.
Esta situación afecta a más de 2 millones de personas en Corea del Sur catalogadas como trabajadores de tipo especial, lo que indica una preocupación más amplia en el mercado laboral.
Posibles cambios legislativos
En respuesta a estas preocupaciones, los defensores argumentan la necesidad de revisiones legislativas a la Ley de Desarrollo de la Industria de las Artes y la Cultura Popular, regida por el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo, para garantizar una mayor protección de los derechos de los ídolos.
El 21 de noviembre, el representante Woo Jae-joon del Partido del Poder Popular propuso un proyecto de ley destinado a prevenir la explotación de los trabajadores del sector cultural y artístico mediante abusos jerárquicos que provoquen sufrimiento físico o psicológico o empeoren las condiciones de trabajo. Además, en 2022, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Corea recomendó cambios sistémicos para proteger a los menores en la industria del entretenimiento.
En medio de estas discusiones, una declaración hecha por Minji, miembro de NewJeans, durante una conferencia de prensa de emergencia el 28 de noviembre resuena con esperanza. Expresó su deseo de un entorno de trabajo caracterizado por el respeto mutuo y la ausencia de acoso, un sentimiento que muchos esperan que se materialice en un futuro cercano.
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