Los diabéticos siempre deben tener cuidado con sus elecciones de alimentos, ya que cualquier irregularidad puede crear un desequilibrio en sus niveles de azúcar en la sangre. Esta es también la razón por la que deben tener cuidado con el manejo de su ingesta total de alimentos, y una de las formas más efectivas de lograrlo es a través de una dieta saludable.
Se sabe que la diabetes es una condición crónica que se caracteriza por niveles altos de azúcar en la sangre. La diabetes tipo 1 es una afección autoinmune en la que el cuerpo no produce insulina, mientras que la diabetes tipo 2 es un trastorno metabólico en el que el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o no produce suficiente.
¿Cuáles son los nutrientes clave para los diabéticos?
Las personas con diabetes deben incluir ciertos nutrientes que son necesarios para el control del azúcar en la sangre, ya que es una prioridad para su salud. La fibra tiene que ser uno de ellos ya que ralentiza la absorción de glucosa y ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre. Aparte de eso, tiene una cantidad decente de contribución al control del peso y la promoción de la salud digestiva.
Incluir proteínas magras en la dieta mantendría niveles estables de azúcar en la sangre para una persona diabética. Las fuentes de proteínas magras como las aves, el pescado, el tofu, las legumbres y los productos lácteos bajos en grasa también son excelentes para mantener el peso corporal. Además, las grasas saludables como las que se encuentran en los aguacates, las nueces y el aceite de oliva son esenciales para sentirse satisfecho mientras promueven la salud del corazón y ayudan a regular el azúcar en la sangre.
¿Cómo construir un plato equilibrado?
Tallar una dieta que tenga el equilibrio perfecto de nutrientes ayudaría a controlar los niveles de azúcar en la sangre, y los diabéticos deberían invertir algo de tiempo en crear uno por sí mismos. Sin embargo, visitar a un profesional médico debe ser de máxima prioridad antes de optar por cualquier cambio en la dieta.
Llenar la mitad del plato con vegetales sin almidón como espinacas, brócoli y pimientos puede ser un buen comienzo. Mientras tanto, asignar una cuarta parte del plato a las proteínas magras y dedicar el último cuarto a los cereales integrales o las verduras ricas en almidón, como el arroz integral o las batatas, seguramente ayudaría a controlar adecuadamente la insulina.
Elegir los carbohidratos correctos: el impacto que tienen los carbohidratos en los niveles de azúcar en la sangre es incomparable, por lo que los diabéticos deben concentrarse en consumir carbohidratos complejos, como cereales integrales, legumbres y verduras, que se digieren más lentamente y provocan un aumento gradual del azúcar en la sangre.
Alimentos ricos en fibra: los alimentos que están llenos de fibra, como frutas , verduras, granos integrales y legumbres, brindan numerosos beneficios para la salud de los diabéticos. Además de controlar los niveles de azúcar en la sangre, reducen el colesterol y favorecen las deposiciones regulares.
Incorporar proteínas magras: como se mencionó anteriormente, incluir proteínas magras en la dieta es esencial para los diabéticos, ya que ayudan a mantener la masa muscular, ayudan a controlar el peso y previenen los picos de azúcar en la sangre. Sin embargo, los profesionales médicos sugieren elegir fuentes como aves sin piel, pescado, huevos y proteínas de origen vegetal.
Grasas saludables: un componente crucial en una dieta saludable para diabéticos debe incluir grasas saludables, ya que promueven la salud del corazón, brindan nutrientes esenciales y ayudan a controlar los niveles de azúcar en la sangre. La incorporación de fuentes de grasas como aguacates, nueces, semillas y aceite de oliva en la comida definitivamente mostraría alguna mejora.
Controlar el tamaño de las porciones: cuando se trata de diabetes, el control de las porciones juega un papel vital en el control de los niveles de azúcar en la sangre. Los diabéticos son conscientes de la cantidad de alimentos que consumen, por lo que es recomendable utilizar herramientas de medición o señales visuales para medir el tamaño de las porciones adecuadas. Esta práctica ayudará a evitar comer en exceso y brindará asistencia para mantener niveles estables de azúcar en la sangre.
Hidratación y diabetes: mantenerse bien hidratado es esencial para la salud general y el control de la diabetes. Además del agua, los tés de hierbas y las bebidas sin azúcar también contribuyen a la hidratación. Sin embargo, limitar el consumo de bebidas azucaradas se convierte en una prioridad, ya que provocarían picos de azúcar en la sangre.
Comer refrigerios de manera inteligente: los refrigerios definitivamente pueden ser parte de una dieta saludable para diabéticos cuando se eligen sabiamente. Optar por refrigerios ricos en nutrientes que proporcionen un equilibrio de carbohidratos, proteínas y grasas como el yogur griego, nueces crudas, palitos de vegetales con hummus o una pequeña pieza de fruta realmente puede cambiar la perspectiva de un refrigerio en una delicia nutritiva.
Pensamientos finales
Además de incorporarlos a la dieta previa consulta al médico, los diabéticos deben aspirar a realizar al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada a la semana. Esto controlaría los niveles de azúcar en la sangre, promovería el control del peso, mejoraría la sensibilidad a la insulina y mejoraría la salud cardiovascular en general.
Por último, la planificación y preparación de comidas son esenciales para mantener una buena salud como diabéticos. Planificar las comidas con anticipación, incorporar una variedad de alimentos nutritivos y considerar la cocción por lotes para ahorrar tiempo puede resultar en tener opciones saludables fácilmente disponibles y evitar optar por opciones de alimentos poco saludables.
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