Yesong, un ex ídolo del K-Pop que ahora trabaja como DJ, ha sido sentenciado a 10 años de prisión por el Tribunal del Distrito Central de Seúl después de verse involucrado en un accidente fatal por conducir ebrio.
La sentencia supone el final de un proceso judicial que ha captado el interés del público desde que se produjeron los hechos.
Yesong, quien aún no ha revelado su nombre real de acuerdo con las leyes de privacidad, saltó a la fama como miembro de la conocida banda de K-Pop Instar antes de pasar a convertirse en DJ.
A pesar de esto, su vida cambió drásticamente cuando atropelló y hirió fatalmente a un repartidor mientras conducía un vehículo bajo los efectos del alcohol.
Los procedimientos judiciales, según informó Kyung Hyang Shinmun, revelaron información incriminatoria sobre el incidente.
Según los informes, Yesong no tomó las medidas adecuadas después del accidente fatal, como contactar a los servicios de emergencia o permanecer en el lugar para ayudar a las autoridades.
En lugar de eso, supuestamente preguntó a los transeúntes sobre su estado de ebriedad y trató de resolver el problema ofreciendo compensar a la familia de la víctima, pero ellos rechazaron la oferta.
Durante la sentencia, el juez enfatizó la gravedad de las acciones de Yesong y el impacto que tuvieron en la familia de la víctima.
“Ella testificó que después del accidente, preguntó a la gente si parecía borracha. No intentó salvar la situación y no llamó a la policía. Se fue del lugar sin ninguna explicación. El acusado ofreció 5 millones de wones (unos 3.610 dólares estadounidenses) a la víctima para llegar a un acuerdo, pero esta se negó.
El acusado presentó entonces una solicitud de clemencia a la familia de la víctima, pero el tribunal tuvo en cuenta el hecho de que la víctima había fallecido y no podía transmitir sus deseos”.
Inicialmente, los fiscales habían solicitado una sentencia de 15 años para Yesong, enfatizando la gravedad del delito y la importancia de disuadir la conducción en estado de ebriedad.
A pesar de las expresiones de remordimiento de Yesong y su pedido de clemencia hacia la familia de la víctima, el tribunal finalmente determinó que la gravedad del delito justificaba una pena de prisión significativa.
El caso ha reavivado las conversaciones en torno a los peligros de conducir bajo la influencia del alcohol en Corea del Sur, ya que la seguridad vial sigue siendo un problema urgente.
La sentencia de una ex celebridad también ha suscitado una reflexión sobre los deberes y las repercusiones que conlleva ser una figura pública.
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