Cálculos amigdalinos: causas y métodos de prevención efectivos

Cálculos amigdalinos: causas y métodos de prevención efectivos

Los cálculos amigdalinos, también conocidos como tonsilolitos, son pequeños depósitos calcificados que se forman en las grietas de las amígdalas.

Si bien generalmente son inofensivos, pueden causar molestias y provocar síntomas como mal aliento y dolor de garganta. En este artículo, exploramos las causas y discutimos medidas preventivas efectivas.

¿Cómo se obtienen piedras en las amígdalas?

Los cálculos amigdalinos, también llamados tonsilolitos, se forman cuando una mezcla de partículas de alimentos, células muertas, líquidos naturales y otra basura se acumulan en el orificio de las amígdalas. Estos bolsillos brindan un entorno óptimo para que proliferen los parásitos, lo que lleva al desarrollo de tonsilolitos.

Una limpieza oral deficiente, como la falta de cepillado y uso de hilo dental, puede aumentar el desarrollo de microorganismos en la boca, lo que puede conducir al desarrollo de cálculos amigdalinos.

La amigdalitis regular puede generar más bolsas donde se puede acumular material. Debido a los desechos adicionales en las amígdalas, el goteo posnasal y la producción excesiva de moco también pueden contribuir a la formación de cálculos amigdalinos.

Además, la ausencia de saliva puede provocar la acumulación de basura en las amígdalas, lo que aumenta aún más la probabilidad de cálculos amigdalinos.

¿Cómo prevenir los cálculos amigdalinos?

La prevención completa de los cálculos amigdalinos puede no ser posible (Pavel Danilyuk/Pexels)
La prevención completa de los cálculos amigdalinos puede no ser posible (Pavel Danilyuk/Pexels)

Si bien la prevención completa de los cálculos amigdalinos puede no ser posible en todos los casos, ciertas medidas pueden reducir significativamente su aparición.

Estas son algunas estrategias preventivas:

Practique una buena higiene bucal: lávese los dientes dos veces al día, use hilo dental constantemente y utilice un enjuague bucal antibacteriano . Estas prácticas ayudan a reducir la carga bacteriana en la boca y reducen las posibilidades de desarrollo de cálculos amigdalinos.

Haga gárgaras con agua salada: enjuáguese la boca con agua salada tibia regularmente para ayudar a eliminar los desechos y mantener un ambiente oral limpio.

Manténgase hidratado: beber suficiente agua durante el día aumenta la creación de saliva, lo que puede reducir las posibilidades de sequedad en la boca y disminuir las posibilidades de formación de cálculos amigdalinos.

Evite el tabaco y el alcohol: la boca seca y las posibilidades de que se produzcan cálculos amigdalinos pueden verse exacerbadas por el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. Por lo tanto, es bueno limitarlos o evitarlos por completo.

Trate las condiciones subyacentes: busque el tratamiento adecuado si tiene amigdalitis crónica, alergias o problemas de sinusitis para reducir la inflamación y disminuir las posibilidades de desarrollar cálculos amigdalinos.

Considere la extracción de cálculos: para las personas con amigdalitis repetitivas o cálculos graves, es posible que se requiera la evacuación de las amígdalas.

Los tonsilolitos pueden ser una condición incómoda y molesta, que causa efectos secundarios como mal aliento y molestias en la garganta. Sin embargo, entendiendo la condición y siguiendo las medidas preventivas, su ocurrencia puede ser limitada.

Puede reducir la probabilidad de desarrollar piedras en las amígdalas practicando una buena higiene bucal , manteniéndose hidratado y buscando tratamiento, si es necesario.

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