La gente de esta generación está bastante familiarizada con la condición de anhedonia. Si bien es posible que algunos no hayan oído hablar del término, es probable que lo hayan experimentado. Además de ser solo una palabra aleatoria que se agrega a su léxico, la anhedonia es una condición que borra el sentimiento de placer y lo reemplaza con un profundo sentimiento de tristeza.
La condición se clasifica en dos tipos principales, uno es social y el otro es físico. La anhedonia social se refiere a estar letárgico en las interacciones sociales, mientras que la anhedonia física implica el sentimiento de desinterés por las sensaciones físicas. Se observa que ambos son signos tempranos de depresión, esquizofrenia y trastorno bipolar.
Causas de la anhedonia
Desequilibrios neuroquímicos: la condición surge de desequilibrios en los neurotransmisores, como la dopamina, la serotonina y la norepinefrina, ya que juegan un papel crucial en la regulación de las respuestas de placer y recompensa en el cerebro.
Predisposición genética: se ha descubierto recientemente que podría haber un componente genético en la afección con ciertos genes que influyen en la susceptibilidad de un individuo a entrar en un estado de profunda tristeza. Si los factores genéticos interactúan con las influencias ambientales, seguramente aumenta el riesgo.
Trastornos de salud mental: la condición se asocia comúnmente con condiciones de salud mental, particularmente depresión . Sin embargo, también es bastante común en otros trastornos como la esquizofrenia, el trastorno bipolar y los trastornos de ansiedad.
Condiciones de salud física: Ciertas condiciones de salud física contribuyen a la anhedonia. El dolor crónico, la enfermedad de Parkinson, la diabetes, la enfermedad de las arterias coronarias y otras enfermedades crónicas interrumpen los procesos cerebrales y la función de los neurotransmisores, lo que lleva a esta afección.
Abuso de sustancias: el abuso de sustancias, incluidas las drogas y el alcohol, tiene un impacto directo en el sistema de recompensa del cerebro. El abuso prolongado de sustancias conduce a la condición a medida que el cerebro responde menos a los estímulos placenteros.
Estrés y trauma: la exposición al estrés crónico y los eventos traumáticos afecta el sistema de recompensa del cerebro y contribuye a la anhedonia, ya que los efectos fisiológicos y psicológicos del estrés interrumpen los mecanismos de placer y recompensa.
Factores ambientales: los factores ambientales, como las experiencias infantiles adversas, el aislamiento social y la falta de apoyo social, aumentan el riesgo de desarrollar la afección con el tiempo y afectan directamente la función cerebral.
Síntomas graves de anhedonia
Pérdida de interés o placer: la afección se caracteriza por una capacidad disminuida para disfrutar o disfrutar de actividades que alguna vez fueron placenteras, y es posible que las antiguas fuentes de felicidad ya no evoquen emociones positivas.
Motivación disminuida: las personas que padecen la afección luchan con una falta notable de motivación, ya que les resulta difícil iniciar o mantener actividades que solían ser gratificantes, a pesar de que se les ofrece un incentivo externo.
Aislamiento social: la anhedonia conduce a una pérdida de interés en las interacciones y relaciones sociales. Las personas con esta afección comienzan a aislarse, evitando reuniones sociales o actividades que antes disfrutaban, y se sienten distanciados o desconectados de los demás.
Expresión emocional reducida: las personas que padecen la afección tienen dificultad para expresar emociones positivas. Es bastante difícil para ellos transmitir alegría o emoción en las interacciones sociales, como resultado, sus expresiones faciales y lenguaje corporal parecen ser planos o menos animados de lo habitual.
Falta de anticipación o placer: la condición reduce por completo la capacidad de esperar eventos o experiencias futuras, ya que los eventos que generalmente generan anticipación o emoción comienzan a evocar poca o ninguna respuesta emocional.
Pérdida de la libido: por último, la afección también afecta el deseo físico y el placer, ya que las personas experimentan una disminución del interés o les resulta difícil obtener placer de las experiencias íntimas.
Tratamiento de la anhedonia
Terapia: Se ha demostrado que las psicoterapias como la terapia cognitivo-conductual (TCC) o la terapia psicodinámica son eficaces para ayudar a las personas con esta afección. Los terapeutas trabajan con los pacientes para identificar patrones de pensamiento negativos, desafiar creencias distorsionadas y desarrollar estrategias de afrontamiento para mejorar las emociones positivas y la participación en actividades.
Medicamentos: se pueden recetar medicamentos antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) u otras clases de antidepresivos para controlar la anhedonia. Estos medicamentos tienen como objetivo equilibrar los neurotransmisores en el cerebro y mejorar el estado de ánimo y la motivación.
Técnicas de estimulación cerebral: para las personas que no responden solo a la medicación o la terapia, las técnicas de estimulación cerebral pueden mostrar resultados. Estos incluyen la terapia electroconvulsiva (ECT), la estimulación magnética transcraneal (TMS) y la estimulación del nervio vago (VNS). Se dirigen a áreas específicas del cerebro para modular la actividad neuronal y mejorar el estado de ánimo general.
Cambios en el estilo de vida: la adopción de un estilo de vida saludable complementa otros enfoques de tratamiento. El ejercicio regular, una dieta equilibrada, el sueño suficiente y las técnicas de reducción del estrés tienen un impacto positivo en el bienestar general y alivian potencialmente los síntomas de la anhedonia.
Apoyo social: la creación de una sólida red de apoyo de amigos, familiares o grupos de apoyo es invaluable para controlar la afección. Las conexiones sociales brindan apoyo emocional, comprensión y aliento, lo que contribuye a un sentido de pertenencia y bienestar entre las personas.
Pensamientos finales
Los síntomas de la afección no deben tomarse a la ligera, ya que tiene una alta probabilidad de provocar algunos trastornos de salud mental graves, como depresión y esquizofrenia. Definitivamente, uno debe buscar ayuda profesional si incluso uno de los síntomas comienza a mostrarse.
Si la anhedonia es un síntoma de una afección de salud física o mental subyacente, es esencial tratar la afección primaria. Manejar el dolor crónico, tratar los trastornos neurológicos o abordar el abuso de sustancias ayudaría a aliviar los síntomas.
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