El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es una afección neurológica caracterizada por falta de atención y distracción, con o sin hiperactividad. Nuestra comprensión de esta condición ha crecido enormemente y, como resultado, el entorno terapéutico también ha sufrido cambios significativos.
Según el Manual diagnóstico y estadístico de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, quinta edición (DSM-5), existen tres tipos de TDAH : inatento, hiperactivo-impulsivo y combinado.
La depresión, la ansiedad y el trastorno de conducta (patrones crónicos de comportamiento antisocial, violento o desafiante), la adicción a sustancias y los problemas para dormir se han relacionado con esta afección.
¿Qué es el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad?
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad es una afección conductual infantil particularmente común. Aunque la afección generalmente se clasifica como de inicio en la niñez, los datos sugieren que a la edad de 7 años, la mayoría de los niños con TDAH tienen signos que persisten hasta la edad adulta.
Esencialmente, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad es una condición que afecta el comportamiento y el aprendizaje de los niños pequeños. Los niños con esta afección suelen tener dificultades para concentrarse, se distraen con facilidad y pueden ser hiperactivos. Es crucial reconocer que podría conducir a un trastorno de por vida.
¿Qué causa el TDAH?
Nadie sabe con certeza qué causa esta condición. La razón más popular se atribuye al desarrollo del cerebro. Del mismo modo, la genética puede desempeñar un papel al influir en el desarrollo. Algún estudio muestra que puede haber cambios en algunos genes que están especialmente relacionados con la falta de atención.
La exposición a toxinas durante el embarazo y durante toda la vida también puede contribuir a posibles alteraciones. El desarrollo también puede estar vinculado a experiencias de apego. Si un bebé no se vincula con un padre o cuidador, o si tiene experiencias traumáticas relacionadas con el apego, esto puede volverlo menos atento y más hiperactivo.
Cuáles son los signos del TDAH: reconocer los síntomas
El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad es una enfermedad del neurodesarrollo que típicamente se manifiesta en la niñez pero puede durar hasta la edad adulta. Los síntomas difieren de un individuo a otro y pueden cambiar con el tiempo. Estos son algunos ejemplos de signos y síntomas comunes:
1) falta de atención
Las personas con trastorno por déficit de atención con hiperactividad pueden tener dificultades para mantener la atención o concentrarse en las tareas. Pueden distraerse fácilmente, no prestar atención a los detalles y tener dificultades para comprender las instrucciones o ejecutar trabajos que exigen un esfuerzo mental.
2) hiperactividad
La hiperactividad se caracteriza por una inquietud extrema y una falta de capacidad para sentarse en silencio. Los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad a menudo se mueven, se retuercen o mueven los brazos, las manos o las piernas con frecuencia. Los adultos pueden percibirlo como una sensación subjetiva de malestar.
3) Impulsividad
Actuar sin pensar se conoce como impulsividad. Las personas con TDAH a menudo pueden interrumpir a los demás, tener dificultades para esperar su turno y participar en actos impulsivos sin pensar en las implicaciones.
4) Mala organización y gestión del tiempo
Las personas con trastorno por déficit de atención con hiperactividad suelen tener dificultades con la organización de tareas, la gestión del tiempo y el cumplimiento de los plazos. Pueden tener dificultades para priorizar actividades y mantener el orden en su vida diaria.
5) Olvido
El olvido es un síntoma frecuente. Las personas con TDAH pueden extraviar objetos con regularidad, olvidar citas u obligaciones y tener problemas de memoria a corto plazo.
6) Dificultad con el esfuerzo mental a largo plazo
Las tareas de esfuerzo mental a largo plazo, como hacer la tarea o leer, pueden ser difíciles para las personas con TDAH. Pueden tener dificultades para mantenerse enfocados y pueden frustrarse fácilmente o perder el interés.
Cabe señalar que el grado y la combinación de estos síntomas pueden diferir y no todas las personas con TDAH presentan los mismos síntomas. Un diagnóstico correcto por parte de un profesional médico es esencial para identificar con precisión el TDAH y desarrollar una estrategia de tratamiento eficaz.
hay alguna medida?
Si bien se cree que la genética se encuentra entre los mayores factores de riesgo para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, en realidad existen algunos hábitos saludables que pueden hacer que sea menos probable que su hijo tenga el trastorno. Si bien no existe una cura para este trastorno , puede ser útil tomar medidas preventivas.
Durante el embarazo, no haga ni tome nada que pueda dañar el crecimiento del bebé. Algunos ejemplos son beber, fumar y tomar drogas por diversión. Los contaminantes y los venenos, como la pintura a base de plomo o el humo del cigarrillo, no deben estar cerca de los niños.
Aunque no ha habido una relación directa entre el tiempo frente a la pantalla y el TDAH, los expertos dicen que los niños no deberían ver demasiada televisión ni jugar demasiados videojuegos en sus primeros cinco años de vida.
Tenga cuidado de no sobrediagnosticarse con esta condición. A veces, puede experimentar interrupciones en la atención y la concentración o tener problemas para memorizar, sin embargo, eso no justifica un diagnóstico. Lo que pueden parecer signos de TDAH, pueden ser una fachada sobre su depresión y ansiedad. Lo mejor es buscar la ayuda de un profesional de la salud mental para distinguir entre estas condiciones.
Janvi Kapur es consejera con maestría en psicología aplicada con especialización en psicología clínica.
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