Tras el éxito de la segunda temporada, El juego del calamar sigue siendo un fenómeno en Netflix, atrayendo a grandes audiencias de todo el mundo. El programa ha establecido numerosos récords de audiencia, pero, aunque muchas marcas y creadores intentan sacar provecho de su fama, a menudo pasan por alto los temas centrales que hacen que la serie sea atractiva.
Desde su debut en septiembre de 2021, El juego del calamar ha cautivado a unos asombrosos 330 millones de espectadores, acumulando más de 2.800 millones de horas de visualización (según informa Variety ). La segunda temporada también ha disfrutado de cifras de audiencia notables, lo que refuerza el atractivo global del programa.
Los temas centrales de El juego del calamar
En esencia, El juego del calamar combina ingeniosamente la nostalgia y la ironía oscura. Los juegos alegres e infantiles se yuxtaponen con riesgos mortales y crean una tormenta perfecta de participación, con personajes memorables que cobran vida a través de actuaciones poderosas. Sin embargo, el atractivo del programa trasciende el mero entretenimiento; sirve como un comentario penetrante sobre el capitalismo. Los concursantes, impulsados por una deuda abrumadora, se encuentran arriesgando sus vidas en busca de una salida, una dura reflexión sobre las luchas socioeconómicas.
Las raíces conceptuales del programa se remontan a su creador, Hwang Dong-hyuk, quien se inspiró en sus propias experiencias con dificultades económicas. En sus palabras: “Leí algunas historias sobre estas personas endeudadas que se involucraban en estos juegos de vida o muerte, y eso me resultó muy envolvente porque yo mismo estaba pasando por dificultades económicas”. Esta conmovedora conexión imbuye a la narrativa de un sentido de realidad que resuena profundamente en el público.
El peligro de la mercantilización
A pesar de los aparentes desafíos que supone comercializar una narrativa tan oscura y crítica, varias empresas persisten en sus intentos de aprovechar su popularidad. El juego del calamar es inherentemente una crítica a la disparidad entre ricos y pobres, pero eso no ha disuadido a iniciativas que parecen desconectadas del mensaje central del programa.
En 2021, el destacado YouTuber MrBeast creó su propia versión de los juegos, aunque sin el elemento de la muerte, que alcanzó un récord de visitas. Aunque algunos lo celebraron, muchos críticos argumentaron que le faltaban los temas cruciales y la profunda crítica social incorporada a la serie original.
De manera similar, la adaptación de Netflix titulada El juego del calamar: el desafío enfrentó críticas por parecer pasar por alto los sentimientos anticapitalistas que forman la base de las primeras dos temporadas. El productor de la serie incluso declaró que la crítica al capitalismo era solo un elemento menor de la historia, lo que indica una desconexión con el mensaje pretendido de la serie.
Incluso marcas como Domino’s han intentado sumarse a este fenómeno cultural, ofreciendo promociones vinculadas al programa. Afirmaron: «Quienes ven El juego del calamar de Netflix saben que perder es la máxima emergencia, pero Domino’s está aquí para cambiar eso», intentando atraer a los consumidores con un marketing inteligente basado en los conceptos del programa.
Si bien las promociones de pizzas gratis pueden parecer divertidas, trivializan las graves consecuencias que se muestran en la serie, donde los competidores enfrentan situaciones de vida o muerte, a menudo caracterizadas por resultados espantosos. Este marcado contraste resalta el peligro de mercantilizar una narrativa arraigada en la desesperación y el sufrimiento humanos.
La popularidad subyacente de El juego del calamar se deriva de su profunda exploración de temas universales como la deuda, la desesperación y la naturaleza a menudo insensible de quienes están en el poder. Esta profunda identificación es lo que resuena en el público, lo que hace que cualquier intento de crear «juegos» o productos a partir de la serie sea, en el mejor de los casos, controvertido. Mientras el mundo lidia con las realidades de la disparidad de la riqueza y las luchas de clases, puede ser prudente que las empresas reconsideren su enfoque para aprovechar la esencia de El juego del calamar .
Deja una respuesta