
Oficiales de la Fuerza Aérea responsables de graves violaciones de seguridad
La Fuerza Aérea de Corea del Sur anunció que dos oficiales de alto rango, un coronel y un teniente coronel, fueron implicados en el incumplimiento de sus obligaciones en materia de protocolos de seguridad y supervisión. Este incumplimiento sustancial se ha clasificado como una «infracción grave» debido a su incapacidad para supervisar y gestionar eficazmente los procedimientos operativos.

Descripción general del incidente
La situación se reveló el 6 de marzo, cuando dos cazas KF-16 lanzaron por error ocho bombas Mark 82, cada una cargada con aproximadamente 90 kg de explosivos, sobre una zona residencial cerca del campo de entrenamiento de Seung-jin, ubicado a 35-40 km de la frontera con Corea del Norte. Este error de cálculo causó heridas a 24 civiles y 14 militares, además de graves daños a 99 edificios.

Hallazgos de la investigación
Una investigación inicial sobre el incidente reveló que el primer piloto había ingresado coordenadas incorrectas y omitido un paso de verificación debido a un error de impresión. De forma engañosa, declaró haber confirmado visualmente la ubicación del objetivo. Por el contrario, el segundo piloto, aunque ingresó las coordenadas correctas, siguió las instrucciones del primer piloto como parte de un ejercicio de entrenamiento de ataque simultáneo.
Medidas inmediatas tomadas
Ante estos acontecimientos, la Fuerza Aérea ha decidido evaluar las cualificaciones de ambos pilotos la próxima semana para determinar su capacidad para seguir volando aviones de combate. Además, todos los ejercicios de entrenamiento con fuego real están suspendidos a la espera de una investigación exhaustiva.

Respuesta del liderazgo
El 10 de marzo, el Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, Lee Young-su, emitió una disculpa pública, reconociendo las deficiencias del ejército en la protección de la vida y la propiedad de los civiles. Se comprometió a implementar medidas para prevenir futuros incidentes, asumir la responsabilidad como comandante y garantizar la asistencia médica y la indemnización a los civiles afectados.
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